Los motivos de este Blog

La situación política y social en Cuba a partir del 23 de febrero de 2010 marca un antes y un después.
Un gobierno no pueder dejar que un ciudadano muera por inanición y malos tratos en prisión.
La muerte de Orlando Zapata Tamayo ha dejado al régimen castrista sin justificación alguna para perpetuarse en el poder, ha roto el entramado de cambios en las relaciones internacionales (como la Posición Común) y muestra que los viejos revolucionarios van a morir matando.
Cualquier aportación para conseguir que Cuba no se convierta en un baño de sangre, será fundamental.
Yo apuesto por una transición pacífica a la democracia y la economía libre. A ello dedicaré estas reflexiones.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Quién es Guillermo Fariñas?

Los acontecimientos que se están viviendo en Cuba son históricos. Aunque es cierto que la mayoría de la población permanece ajena a los hechos que suceden en la Isla desde el pasado 23 de febrero, cuando murió tras una larga huelga de hambre Orlando Zapata, también es verdad que la actividad de los opositores, los disidentes y los presos políticos ha ido en aumento, y el apoyo internacional recibido del Parlamento europeo en su sesión de ayer, martes 9 de marzo, apunta a un nuevo escenario de dificultades para el gobierno comunista que, más tarde o temprano, tendrá que reaccionar.
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que lleva 14 días en huelga de hambre, ha solicitado al general Raúl Castro un "gesto humanitario" con los 26 opositores y presos políticos enfermos en las prisiones de la Isla. No obtendrá respuesta. Tan sólo ha recibido un gesto de desprecio de las autoridades por el cual se descargan de toda responsabilidad, y trasladan a España la solución del problema bajo la forma de una concesión de asilo político por razones humanitarias. Fariñas, de 48 años, comenzó su huelga de hambre y sed después de que muriera en un hospital de La Habana el albañil Zapata, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional.
La posición del gobierno cubano a Fariñas le fue comunicada, de forma discreta y sin apenas ruido, el lunes pasado por el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, que lo visitó en su casa, según confirmaron el opositor y fuentes diplomáticas.
Raúl Castro no atenderá sus demandas porque ni él ni su hermano sienten el más mínimo respeto por la dignidad de la vida humana de aquellos que no piensan de la misma forma. El sometimiento servil a la ideología comunista es la única garantía de sobrevivir a la miseria en Cuba. Pero aquellos que, con dignidad y ética reclaman un mundo mejor, en el que todos, absolutamente todos los cubanos, tengan cabida, no merecen vivir. Así de drástico es el pensamiento del régimen y su construcción en los últimos 50 años ha contribuido a crear un sistema muy sólido, del que sólo, el exilio o el abandono del país, ha sido la solución para aquellos que se resistían a creer en una mentira absurda y contraria a sus principios.
Fariñas reconoce que durante largo tiempo ha sido manipulado por el régimen hasta que se cansó de tanta absurda ideología y puso fin a la farsa, y cita como ejemplo el informe que publicó el pasado lunes el diario oficial Granma calificado según sus palabras como "un epitafio" y "una preparación a la opinión pública internacional y nacional" para un desenlace fatal en su caso. Y añade textualmente, "A mí no me manipula nadie. A mí me manipuló antes el Gobierno, hasta que me convertí en un disidente no público", dijo saliendo al pasado de lo escrito en Granma.
Un informe que parece arrojar las culpas a los disidentes y opositores de un suceso lamentable en el caso de Fariñas, y para ello afirma que, "No ha existido todavía, en estos 14 días, un hermano de lucha que me haya dicho que está de acuerdo con esta huelga. Solo me piden de manera unánime que la concluya. Yo soy el que he determinado que debo seguir hasta las últimas consecuencias". Para añadir que el régimen hará todo lo posible por descargarse de sus responsabilidades, y por medio de la eterna "manipulación" culparán a la "oposición pacífica" de su muerte, a la vez que insistió, una vez más, en la falsedad de estos argumentos ya que "el único culpable" sería el gobierno de Raúl Castro "por no hacer ese gesto de buena voluntad", que está solicitando.
La actitud rebelde y contraria al régimen de Fariñas es un ejemplo que, sin lugar a dudas, se extiende en la sociedad cubana y que refleja ese estado de ánimo general de cansancio y agotamiento hacia un sistema que no funciona. Un sistema que visto desde fuera puede parecer sólido, pero que ha entrado en una grave y profunda crisis.
Lejos de asustarse por el silencio castrista, Fariñas ha solicitado al Rey Juan Carlos y al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que "se pronuncien, repudien y condenen" lo que denominó el "asesinato" de Orlando Zapata, al mismo tiempo que señaló que “no está en mis planes aceptar la propuesta de asilo en España. Yo siempre he sido un preso político o un opositor en la calle. No acepto esa propuesta ni para ir a España ni a ningún lugar del mundo".
Además el valiente disidente señaló que todo lo que solicita a Raúl Castro es un "gesto humanitario" y "de buena voluntad" con los 26 enfermos, y no que "deje el poder, ni que el Partido Comunista deje de ser el ente hegemónico dentro de la política cubana". Además, con un ejemplo reciente, señala "si ellos pueden enviar tanto personal a Haití y Venezuela (como ayuda tras los terremotos), ¿por qué no pueden hacer un gesto humanitario con sus hermanos?", preguntó.
La determinación de Fariñas le puede costar la vida, y así lo expresa, “Voy a aceptar este desafío hasta las últimas consecuencias. Yo quisiera vivir, si mi conciencia me lo permite, cuando esté seguro que nadie más se va a morir".
Incluso, en caso de que ocurra la liberación de los presos aseguró que volverá a trabajar en Cuba como periodista independiente y en su blog, y a escribir sus "libros, novelas, cuentos y ensayos", que es lo único que desea hacer.

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