Los motivos de este Blog

La situación política y social en Cuba a partir del 23 de febrero de 2010 marca un antes y un después.
Un gobierno no pueder dejar que un ciudadano muera por inanición y malos tratos en prisión.
La muerte de Orlando Zapata Tamayo ha dejado al régimen castrista sin justificación alguna para perpetuarse en el poder, ha roto el entramado de cambios en las relaciones internacionales (como la Posición Común) y muestra que los viejos revolucionarios van a morir matando.
Cualquier aportación para conseguir que Cuba no se convierta en un baño de sangre, será fundamental.
Yo apuesto por una transición pacífica a la democracia y la economía libre. A ello dedicaré estas reflexiones.

viernes, 26 de marzo de 2010

La agenda política del régimen castrista

Cualquier otro régimen político que estuviera atravesando una crisis como la que actualmente afronta el castrista, probablemente se encontraría con dificultades para dar respuesta a los múltiples retos que se plantean, y tendría que abrir una etapa de transformación, evolución o transición.
Esto es lo que se deduce de la observación sistemática de otros procesos similares en períodos históricos anteriores o contemporáneos. La crisis abierta en Cuba es de tal magnitud que cada día que pasa, cada instante que el régimen pierde sin hacer los deberes, se agranda la diferencia entre lo posible y lo realizable, y más difícil será enderezar el rumbo cuando ya nada se pueda hacer.
Varios son los ejes de crisis que acechan al régimen, y éste, sin embargo, no parece percatarse de la gravedad de los mismos.
En el frente interno, la rebelión popular se ha desatado. Los mecanismos de represión, las turbas callejeras, el temor a la cárcel, las agresiones no han conseguido frenar la actitud cívica y ejemplar de grupos sociales decididos a que el régimen de respuesta activa a sus demandas pacíficas. Es el caso de las Damas de Blanco y sus protestas, con una creciente difusión, conocimiento y simpatía de sus actividades en amplios sectores de la sociedad. La actitud de los presos y disidentes en huelga de hambre por los derechos humanos, coloca al régimen en una posición muy difícil, y sus argumentos de “presos comunes o delincuentes a servicio de Estados Unidos” no justifican el desprecio por la vida de forma tan miserable.
En el frente externo, unido a los graves problemas económicos de financiación que limitan y condicionan cualquier negociación internacional, los apoyos de la Unión Europea se han venido abajo, tras enterrar definitivamente Moratinos su intento de modificar la Posición Común. Obama, una vez superada la prueba interna de la reforma de la sanidad, ha vuelto a exigir al régimen castrista pasos decididos en materia de derechos humanos y libertades. Los cubanos del exilio, unidos en protestas a favor de las Damas de Blanco, consiguen despertar el apoyo y la simpatía de sectores cada vez más amplios de la opinión pública internacional. Las firmas de dirigentes y destacados próceres de la izquierda contra el crimen de estado cometido en Cuba con Orlando Zapata, arroja al régimen castrista en manos de sectores políticos minoritarios y radicales, complicados compañeros de aventura política.
Si la pinza interna y externa se cierra, hay que preguntarse qué es lo que lleva al régimen castrista a cerrarse en banda y no aceptar la acumulación de anomalías y problemas que exigen cambios. El ejemplo lo tenemos con el proceso electoral abierto en la Isla con vista a las elecciones a las asambleas del poder popular municipal del 25 de abril , que parece alejado de cualquiera de estos asuntos a los que se ha hecho referencia. La actuación institucional del castrismo se limita a condenar a cualquiera que se atreve a cuestionar su poder omnímodo, y asimilar sus actuaciones a algún tipo de vinculación con la CIA o la política de EEUU dirigida a desestabilizar la situación en Cuba.
Nada más alejado de la realidad. Desde el pasado 23 de febrero, cuando Orlando Zapata moría de huelga de hambre en una cárcel castrista, nada ha vuelto a ser igual. El régimen no solo da muestras de incapacidad para ordenar los asuntos internos en materia económica, acción que resulta fundamental para mejorar las condiciones de vida de la población, sino que actúa de forma deleznable a la hora de garantizar que uno de sus ciudadanos en prisión no pierda la vida. Muchos analistas se preguntan qué es lo que hace falta para que en Cuba se produzca una rectificación, una decisión valiente de aceptar el fracaso, los graves errores cometidos y asumir responsabilidades. Los cambios de puestos en la administración vienen a representar movimientos de piezas para asegurar un mayor control del poder, o una venganza directa y personal de Fidel Castro, como en el caso de Lage y Pérez Roque.
A diferencia de otras dictaduras, la ausencia de familias políticas visibles o sensibilidades dentro de la oficialidad cubana, sobre todo por el temor al desplazamiento de las prebendas del poder, no resulta posible identificar agentes dispuestos a liderar y movilizar los cambios que necesita el país. Me resisto a pensar que todo, absolutamente todo, depende de la muerte de los Castro. Entonces, tal vez sea demasiado tarde para reconducir el desastre.
Las condiciones para un cambio son evidentes y desde el pasado 23 de febrero, el régimen cuenta con algunos medios para hacerlo. Puede liberar a los presos políticos dejando sin efecto sus condenas y autorizando la actividad de asociaciones y organizaciones de la disidencia. Puede identificar organizaciones políticas con las que iniciar un diálogo sobre cambios, derechos humanos y libertades en condiciones de igualdad. Puede reconocer que derechos de propiedad y economía de mercado son necesarios para sacar a la economía cubana de su actual postración. Puede apostar por la liberalización de la información abriendo espacio a algún medio de comunicación alternativo que rompa la hegemonía de la prensa oficial cubana. Puede asumir que la vía hacia la democracia es una cuestión de diálogo, negociación política y apertura, ejes sobre los que se puede construir una sociedad mucho mejor, más libre, justa y capaz de mejorar de forma continúa las condiciones de vida de todos los ciudadanos.


Tomado de
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=26793

jueves, 25 de marzo de 2010

Derrota en el senado español: análisis y consecuencias

La prensa castrista y procastrista se ha lanzado a celebrar con alegría y entusiasmo la derrota en el senado español de una iniciativa del PP para enterrar definitivamente el intento por parte del gobierno socialista de enterrar la Posición Común europea.
No deben correr tan deprisa. Es cierto que se ha perdido una batalla, pero la guerra continúa, empleando los términos belicosos que tanto gustan a la dictadura comunista cubana. Y si bien en el senado español el PP no ha conseguido articular una mayoría suficiente para apoyar su propuesta, de lo que no cabe duda es que, el sentir mayoritario de la sociedad española, salvo grupúsculos poco representativos y marginales, es de profundo desprecio hacia el régimen que gobierna la Isla desde hace 50 años.
Porque lo cierto es que, para la mayoría de los españoles, una cosa son los Castro, una pareja de dictadores de muy mal gusto y perfil inquietante, dispuestos a permitir que inocentes mueran de huelga de hambre en prisión, y además culparles de su actitud, y otra bien distinta es Cuba y los cubanos.
Para la última colonia de España y sus ciudadanos, España siempre tiene abierto el corazón con un profundo sentimiento de aprecio y cariño. Las encuestas del CIS muestran, de forma significativa, que los cubanos son, con diferencia, los ciudadanos extranjeros mejor valorados por los españoles, mucho más que otros vecinos europeos o mediterráneos.
Hecha esta salvedad, la derrota del PP en el senado es preocupante. Causa sorpresa que gente como PNV o CiU que están en las antípodas del castrismo, no hayan secundado la iniciativa popular, exigiendo el marco de una política más amplia hacia el régimen, cuando la realidad objetiva es que eso, al menos actualmente, resulta imposible.
Por otra parte, no creo que Moratinos, y el gobierno de ZP sigan adelante con su intento de modificar la Posición común. Ya anunciaron días atrás que al menos en este semestre de presidencia española de la Unión, no iban a perseguir este objetivo.
Por lo tanto, la propuesta del PP, al menos en su objetivo principal, ya llegaba tarde tal vez, y en cualquier caso, un gobierno que renuncia a un objetivo de su política exterior en el que tanto Moratinos como ZP tenían especial interés, no debe tener muchos motivos para volver a las andadas.
Por todo ello, no sé por qué tanta alegría en Granma, Juventud Rebelde, Cubadebate, Prensa latina y toda esa fauna de procastristas que, lejos de haber pedido perdón por la muerte de Orlando Zapata, lo siguen calificando de terrorista, de agente infiltrado de la CIA y de toda esa suerte de apelativos que el comunismo cubano utiliza para descalificar a sus adversarios.
Deberían preocuparse más de otras cosas, como por ejemplo, de qué modo van a pagar a las empresas extranjeras establecidas en Cuba, la sensación de crisis institucional que transmiten al exterior, la falta de proyecto e iniciativa, la incapacidad para afrontar la protesta generalizada que se está produciendo en la sociedad cubana y la sensación que se tiene de fin de ciclo y de punto y aparte de la política cubana.
De todo eso es de lo que creo que deberían preocuparse, y no dedicar ni un minuto, como hace Fidel Castro a analizar en sus escritos, la reforma sanitaria de Obama en Estados Unidos. Léanlo, no tiene desperdicio. Quién se ha pasado la mayor parte de su vida hablando sin parar, a veces no le queda más remedio que callar. No lo hará, pero el tiempo se encargará de situar a cada uno en su sitio.

martes, 23 de marzo de 2010

Preparando el Primero de mayo en La Habana

Sorprendente. La “pachanga” del Primero de Mayo en la plaza de la Revolución ya tiene lema este año: “Al trabajo eficiente y productivo y a su dignificación”. Así se ha anunciado en Granma, sin hacer referencia a quién lo ha elegido, por qué y en calidad de qué.
Pero es que ya sabemos que en Cuba las “grandes decisiones”, como poner un lema a un acto, se adoptan en la cúpula del poder, y ahí, explicar o dar razones, no cuenta. Si, en efecto, parece que algo ha tenido que ver en todo este asunto Salvador Mesa, miembro del Buró político y secretario del sindicato único de trabajadores de Cuba, correa de transmisión del poder ejercido por los Castro y que impide cualquier otro tipo de organización independiente de trabajadores en la Isla, persiguiendo a sus creadores, acosándolos y obligándolos al exilio en el mejor de los casos.
En cualquier país democrático y con economía de mercado, la presencia de organizaciones libres e independientes de trabajadores es un elemento fundamental para la construcción del consenso y del diálogo social, que es lo que permite a una sociedad avanzar.
También en la Cuba democrática habrá que hacer un esfuerzo para dotar a los trabajadores libres de instituciones representativas capaces de defender sus intereses. Mesa tendrá mucho que aprender de todo ello.
En Cuba, el día del trabajo es un evento singular desde los orígenes de la “revolución”, Cánticos, proclamas, “primero de mayo, día del trabajo, dame tu mano, trabajador….” eran aprendidos obligatoriamente en la edad escolar más temprana, y víctimas de esa presión que ejerce el sistema para que todo el mundo piense igual, respire igual, actúe igual, acababa convirtiéndose en una giba más de la pesada carga social y sociológica del castrismo.
A mí, particularmente, no me sorprende que este año se haga un llamamiento al trabajo eficiente y productivo. Es algo consustancial al desempeño de una profesión en cualquier sistema de economía libre de mercado, como el que detestan los Castro.
La gran sorpresa de los médicos, ingenieros, profesionales cubanos durante el “período especial” fue la observación de que cualquier obrero, electricista o fontanero italiano, español o francés, podía disfrutar de unas largas y merecidas vacaciones en los hoteles de lujo de Cuba, además, con todo tipo de placeres mundanos, mientras que ellos, con toda su ideología, formación y educación gratuita del régimen, apenas podían hacer una comida al día y conseguir algo de detergente. Muchos años después, el castrismo ha seguido predicando en el desierto las bondades de su orientación política y económica, pero mucha gente en Cuba ha podido ver de cerca la realidad del exterior y se ha dado cuenta de que es infinitamente mejor. El cambio se abre camino ante la evidencia de un gran fracaso histórico.
El trabajo, si, la dedicación de las personas a las actividades productivas, no puede ser el designio de un órgano centralizado de planificación burocrática. El trabajo se valora en términos de la productividad, y la gente trabaja a partir de una elección entre ocio y tiempo de actividad, que depende de sus preferencias y del ingreso que desean alcanzar. Cualquier otro cálculo alternativo para la aplicación del trabajo termina siendo un fracaso, y exigiendo proclamas como la que este año se anuncia en el Primero de mayo de La Habana: “al trabajo eficiente y productivo”.
Lo mejor de todo es que las fiestas ya empiezan el 26 de abril con desfiles y actos en todos los centros laborales. Imagino cómo se deben sentir los empresarios extranjeros instalados en la Isla cuando vean que la gente empieza a celebrar la fiesta una semana antes. Pero, ¿no hemos quedado en que el trabajo debe ser productivo y eficiente? Pues nada, a celebrarlo perdiendo tiempo productivo en algaradas de las que ya están hartos los cubanos. No hay forma de comprender todo esto por más que hagamos un esfuerzo.
Es posible que la propaganda del régimen utilice las grandes concentraciones de gente en la Plaza de la revolución para mostrar el apoyo de la sociedad.
Si, ese es el proceder de las dictaduras cuando se sienten acosadas, desde el franquismo en España, al pinochetismo en Chile, pasando por los Kim Sung de Corea y similares. Volveremos a ver grandes despliegues de gente y los corifeos del castrismo volverán a pronunciar sus consignas aprendidas.
Pero nadie podrá olvidar que el 23 de febrero, un trabajador cubano, Orlando Zapata murió en defensa de unos ideales, y abandonado por el gobierno a su suerte. Orlando no iría seguramente a la plaza de la Revolución. Yo tampoco. Pero su espíritu y su herencia es más fuerte que el medio centenar de celebraciones que se anuncian con el Primero de mayo, de los CTCs, de la FMC, de los CDRs y no sé cuantas siglas más.

lunes, 22 de marzo de 2010

El proceso electoral cubano: ¿democrático?

La periodista de Granma Susana Lee vuelve de nuevo a elaborar un artículo sobre el proceso electoral abierto en Cuba el pasado 24 de febrero, que debe conducir a la conformación de los órganos del poder popular municipal el próximo 25 de abril. Y le agradecemos que nos proporcione esta información porque, al menos desde los órganos de poder del castrismo, nadie ha dicho una sola palabra hasta ahora.
De momento, la periodista considera que la campaña previa para la nominación de candidatos se puede calificar como “un buen anticipo para las elecciones del 25 de abril”, y de hecho así es como da título a su artículo, cuyo contenido paso brevemente a comentar.
Desde hace unas semanas, el sistema electoral cubano está moviendo en decenas de miles de “asambleas” nocturnas de barrio, calle y en casi todos los casos, de una representatividad democrática muy dudosa y limitada, a centenares de miles de ciudadanos para nominar a los candidatos que, según dicen, “desde el pueblo”, vayan a concurrir a los puestos en las asambleas del poder popular el 25 de abril. Precisamente, este proceso previo finaliza el día 24 de marzo, habiendo estado en funcionamiento más o menos un mes. Algunos datos merecen ser especialmente analizados.
Un destacado aumento del número de mujeres nominadas, casi un 20% respecto de las elecciones de 2007, se puede considerar un dato positivo. Observando el poco respeto que el régimen castrista ha ofrecido a las Damas de Blanco en sus protestas cívicas en las calles de La Habana, el hecho que el número de mujeres nominadas para ocupar cargos políticos vaya en aumento, tiene que ser positivamente valorado. A ver si se aplican, y a las Damas de Blanco les dan, a partir de ahora, el mismo respeto.
Esa creciente participación de la mujer en la vida política del régimen castrista es una tendencia que ya hemos venido observando en análisis anteriores y que también se produce en otros países. El partido único se está auto transformando para dar respuesta, dentro del sistema, a las demandas de una sociedad convulsa y en proceso de transición.
La creciente presencia femenina en la política cubana es un dato positivo que puede apuntar a un espacio de diálogo y negociación más activo que con las generaciones de hombres que se han limitado a obedecer y ejecutar complacientemente las órdenes del poder único.
También hay que preguntarse cuántas mujeres, con capital político real y representatividad, han acompañado a los hermanos Castro desde los tiempos “heroicos” de Sierra Maestra, y la evidencia permite constatar que estamos ante un régimen político "machista", además de marxista, en el que la participación de la mujer en la vida política ha sido de mera comparsa, instrumento de agitación cuando ha sido conveniente.
Buena noticia es que aumente el número de mujeres nominadas. La probabilidad de que sean finalmente elegidas, dentro de este complejo e intrincado proceso electoral ideado por los Castro para trasladar una sensación de normalidad al exterior, es elevada, pero si se tiene en cuenta cómo se dirige todo en la Isla, cualquier cosa puede suceder. De momento, 12.000 mujeres nominadas es una cifra más que representativa de que la mujer, en Cuba, pide paso y con fuerza.
Por el contrario, mala, muy mala noticia es que el 60% de los antiguos cargos “repiten”. Seguro que Susana Lee se ve obligada a valorar este dato como positivo, haciendo referencia a que los electores han otorgado una valoración positiva a su gestión, compromiso, dedicación, etc, etc; pero, desde mi punto de vista, es muy negativo y poco esperanzador, por cuanto supone de continuidad.
Como poco, significa que se mantienen en los cargos los mismos representantes, en su mayoría, vinculados al entorno del partido único y de la ideología única, lo que representa de inmovilismo, parálisis e inadaptación a los retos del cambio que debe emprender la sociedad cubana cuanto antes.
Dato positivo es saber que el otro 40% parecen ser “nuevos”, sin haber tenido cargos en el pasado, y que previsiblemente son los que deben coincidir con el perfil de mujeres y jóvenes, que hemos valorado de forma tan positiva.
El proceso electoral cubano, que no tiene desperdicio y que, conforme vamos obteniendo más información sobre sus características no sólo nos asombra cada vez más, sino que podemos obtener conclusiones respecto de su pretendido carácter “democrático”, como sostienen las autoridades del régimen, continúa a partir de ahora con la publicación de las biografías, fotos y perfiles personales de los candidatos nominados. Una especie de “campaña electoral” rudimentaria, mezcla explosiva de “Menin Rimbao” chino callejero y de no se sabe bien qué.
Algunas dudas surgen de forma inmediata; pero, ¿no eran conocidos por los electores que los han seleccionado en las asambleas? ¿Por qué ahora tienen que darlos a conocer otra vez? ¿En base a qué determinante del voto se ha producido la elección de los nominados que acaba el 24 de marzo, o sea, pasado mañana?
Seguiremos prestando atención al “proceso electoral” cubano hasta las elecciones del 25 de abril.

domingo, 21 de marzo de 2010

La razón de los demócratas

El régimen castrista, más aislado que nunca, ha concentrado ahora sus ataques en el líder del PP, Mariano Rajoy, mostrando así el interés por situar a Cuba como eje de la contienda política en España. La agencia oficial cubana Prensa Latina calificó el pasado viernes, unas declaraciones en Colombia del líder de la oposición española, Mariano Rajoy, como que "pertenecen a la época de las cavernas o la inquisición", según la agencia EFE.
Esta vez, el vocero castrista, a través de Prensa Latina ha sido el embajador de Cuba en Colombia, Iván Mora Godoy, que también calificó de "ofensivas e injerencistas" las palabras del presidente del Partido Popular español (PP) durante su visita a Colombia para reunirse con Uribe.
De acuerdo con la agencia Prensa Latina, Mora volvió a utilizar el guión que se viene aplicando de forma jerárquica por todos los que tienen algo que decir desde Cuba, empezando por Bruno Rodríguez, ministro de exteriores. Este guión, ahora se adapta para criticar al dirigente del PP, y de acuerdo con Mora, “Rajoy no menciona, sin embargo, dónde realmente se violan los derechos humanos, como en Afganistán e Irak, países invadidos militarmente por Estados Unidos, o en Palestina, cuyo pueblo es masacrado a diario por las tropas israelíes, y mucho menos la base de Guantánamo".
¿Tendremos mucho que esperar para que Zapatero salga en defensa de Rajoy? ¿Saldrá, nos podemos preguntar? Sería lo más adecuado. No conviene perder de vista que desde La Habana se está atacando, sin más, la política exterior de España, que es la seguida por Moratinos y Zapatero. Por lo tanto, algo tendrán que decir. España, al igual que el concierto de naciones democráticas de occidente, liderado por EEUU, ha apoyado la reconstrucción democrática de países como Afganistán e Irak, entregados al dominio de las hordas talibán y a un dictador despreciable.
El esfuerzo en vidas humanas y recursos económicos ha sido encomiable, pero ha valido la pena. En Palestina, España viene realizando una acción exterior muy destacada desde los gobiernos de la transición, y ningún comunista cubano tiene derecho a cuestionar la política española en la región. En cuanto a Guantánamo, muchos cubanos han sacrificado sus vidas por intentar cruzar el cinturón minado que el régimen ha creado alrededor de la base de EEUU para evitar fugas en busca de la libertad. Luego, el gobierno español tal vez debería exigir una rectificación, ¿no?
Luego, la segunda parte de las declaraciones del embajador Mora, ya no tienen desperdicio, y pertenecen al desequilibrio mental y la psicosis estructural del castrismo, cuando dice textualmente "Cuba es un estado de derecho donde se respeta a las personas y en ningún casos esos contrarrevolucionarios al servicio de una potencia extranjera resultan un bastión de los derechos humanos, como se les pretende presentar".
Primero, el castrismo no representa en Cuba un estado de derecho, sino una dictadura repugnante en la que un partido único, una ideología única, un gobierno único impuestos a la fuerza por un dictador hacen inviable el pluralismo democrático, la competencia partidista y la libre expresión democrática.
Segundo, “contrarrevolucionarios al servicio de una potencia extranjera”. Pero, ¿Cuántos años llevamos escuchando este mismo calificativo a los que se sienten libres y quieren serlo en la jaula castrista. Es un insulto a la inteligencia de los demócratas y un grave peligro para los que piden para Cuba lo mismo que en el resto de países del mundo.
El respeto a los derechos humanos, tal y como los entendemos en Occidente, deja mucho que desear en Cuba. Presos políticos y opositores al régimen son calificados, como “delincuentes que han sido juzgados por violar la legislación cubana, por cometer delitos comunes y recibir pagos al servicio de intereses ajenos al estado cubano", sin entrar en razón. Nuestra responsabilidad, desde países democráticos como España, es denunciar esta situación y tratar, por todos los medios, de abrir espacios para la competencia política y el respeto a la pluralidad, en una sociedad harta de tanto engaño.

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Ha comenzado la transición a la democracia en Cuba?

La historia, casi siempre, nos desvela hechos inesperados. Nunca se ha podido determinar con exactitud, cuándo y cómo comenzó la transición a la democracia en España. En qué momento preciso del tiempo, el régimen se percató de su fracaso e incapacidad para continuar dirigiendo los intereses de una nación que buscaba otras referencias distintas.
Si aplicamos esta misma idea a Cuba y al régimen comunista de los Castro, los acontecimientos que estamos viviendo y observando apuntan en la misma dirección. O tal vez no. La muerte del preso político Orlando Zapata tras una huelga de hambre sin la intervención de las autoridades, la continuidad de la huelga de hambre y las protestas por disidentes y presos políticos, las marchas cívicas de las Damas de Blanco en el aniversario de la Primavera negra, las condenas de los parlamentos europeos, chileno y mexicano, son acontecimientos que nos deben hacer reflexionar sobre lo que está sucediendo, y sobre todo, lo que puede ocurrir.
Primero, nunca antes, los demócratas cubanos hemos sentido tanto apoyo y solidaridad internacional a nuestra causa. Hasta Pilar Bardem ha firmado el manifiesto que circula por la red condenando al régimen de los Castro. Haríamos bien capitalizando y manteniendo esos apoyos por medio de la continuidad de una lucha cívica que ha conquistado la adhesión de todo tipo de colectivos y grupos sociales significativos.
Segundo, ese apoyo de prácticamente todo el mundo civilizado, aisla al régimen comunista cubano y le obliga a dar una respuesta clara en favor de los derechos humanos.Pero entonces, ¿cómo será esa respuesta y sobre todo, en qué términos se puede dar?
Tercero, más importante aún ¿está el régimen en condiciones de ceder? Ya se vio ayer en la televisión cubana como el presentador de los informativos hablaba de forma despectiva, de "un grupo de mujeres que se hacen llamar damas de blanco".
Cuarto, y por consecuencia, si no cede, ¿habrá alguien o algo que lo haga por los Castro? ¿hasta dónde esta podrida la manzana totalitaria en Cuba?
Todos estos interrogantes permiten observar la complejidad de dar respuesta a la cuestión avanzada al principio. El que el castrismo se esté desmoronando a nivel internacional no significa que lo haga dentro de Cuba. Sus resortes de poder siguen siendo muy similares, y en cualquier momento, acosado y sin rumbo, puede sacar a la calle la violencia contenida de unas turbas que actúan al dictado de la cúpula. Entonces se puede producir el temido baño de sangre que no queremos, y para el que siempre, hemos entendido que es mejor cualquier otra acción.
La transición a la democracia en Cuba está cerca. La movilización social de opositores y disidentes va a ir en aumento. Los turistas, sorprendidos en las calles de La Habana, fotografían y filman las escenas de protesta en tiempo real. Los que tienen teléfonos móviles hablan directamente con sus familiares y amigos. Hay algo de aire fresco que recorre las calles de La Habana en este inicio de primavera. El castrismo no se encuentra capacitado para volver a dar el cerrojo y atrincherarse como ha venido haciendo históricamente cada vez que ha tenido una grave crisis. Y luego, el verano, el aniversario del "maleconazo". Yo mantengo la esperanza de que todo fluya sin violencia. Es un deseo. Es una necesidad.

jueves, 18 de marzo de 2010

En el aniversario de la Primavera negra

Acabo de ver en el Informativo de Antena 3 las imágenes de los tumultos en La Habana contra la manifestación pacífica de las Damas de Blanco.
La dignidad de Laura Pollán frente a los insultos, los gritos y los improperios de las turbas castristas. La misma escena que hace 40 años cuando mi familia abandonó la Isla. Recuerdo que entonces, siendo un niño, no podía entender por qué, amigos, vecinos, gente de todos los días, acudía a la puerta de nuestra vivienda, o al aeropuerto, a gritar las mismas frases estúpidas que esos imbéciles gritan a las Damas de Blanco.
Es la miseria intelectual del castrismo. Las turbas de insultadores profesionales, los batallones de respuesta rápida auténticos matones violentos, la vigilancia siempre activa de los CDRs, la seguridad del estado más o menos visible en todas las esquinas y calles, todo un aparato de represión al servicio de un poder, el que representan los hermanos Castro. Cincuenta años sufriendo la falta de pluralismo y de derechos humanos en una Isla, en la que, lo mejor, son sus gentes.
¿Qué es lo que ha sucedido para que todo esto acabe así?
No me puedo olvidar que hace siete años, durante la Primavera negra, 75 disidentes y opositores fueron encerrados en prisión y condenados a largas penas por tribunales dirigidos desde la cúpula del régimen castrista. Una verguenza internacional que los Castro impulsaron aprovechando que el resto del mundo cuestionaba la política de Bush en Irak. Actuando como los ladrones y los ventajistas, aprovechando la coyuntura del momento, varios centenares de personas pacíficas, escritores, intelectuales, obreros, fueron detenidos. Sus mujeres, las Damas de Blanco, han permanecido como una referencia ética y de dignidad en la oscuridad del régimen, y son ellas las que ahora reciben el hostigamiento de las turbas controladas por la seguridad del estado.
Con este tipo de legados de violencia, insultos y enfrentamiento, los Castro quieren decir adiós a la historia para que les absuelva, en vez de apostar por la concordia, la paz, la democracia y las libertades. Lo único que debemos evitar es que el final de esta oscura y terrible etapa de nuestra historia termine en un baño de sangre inocente, como la de Orlando Zapata Tamayo, y ahi es donde se necesita de forma urgente, el apoyo internacional de los países democráticos.
Por eso es tan importante mantener la presión sobre el régimen, aislarlo y exigir el pago inmediato de todas sus deudas económicas y morales, cerrando el crédito a corto y largo plazo. Si existe un acuerdo internacional para ello, las cosas en Cuba pueden cambiar, porque nadie en la Isla va a aceptar la inmolación por parte de una gerontocracia que, por ley de vida, está ya muy cerca de la muerte vital y política.
Si, entre todo, somos capaces de unir una gran coalición internacional en defensa de la democracia en Cuba, la actitud digna de las Damas de Blanco, en este aniversario de la Primaverea negra, tendrá el respaldo necesario para que el grupo de imbéciles manipulados vuelva a sus casas, entierre el hacha de guerra y deje de actuar a los impulsos de unos mandatarios que ya no creen en el futuro. Al final, qué duda cabe, todos somos cubanos, y todos debemos construir una misma patria.

miércoles, 17 de marzo de 2010

En torno al vergonzoso comunicado de la UNEAC

Nada más bochornoso y lamentable que el comunicado de la UNEAC publicado en Granma de hoy contra la campaña internacional de apoyo a los derechos humanos y las libertades en Cuba que continúa aumentando en adhesiones y estímulo. Lo he colgado en mi muro en facebook para que lo conozca todo el mundo.
Que los denominados intelectuales del régimen se escuden en argumentos tan oscuros y vergonzosos para dar su apoyo a los Castro es un ejemplo, ciertamente lamentable, del estado actual de la situación en la Isla. Ni una sola voz discrepante dentro de la oficialidad, todos unidos entonando el mismo canto desafinado, ideado de forma torpe y apresurada por la propaganda castrista, para presentar a los ojos del mundo a Orlando Zapata como un preso común conflictivo y a las organizaciones que lo apoyan como violentos conspiradores contra el régimen.
Siempre he señalado, que los Castro han sido capaces de engañar a mucha gente durante demasiado tiempo, pero que se les ha acabado la munición. Esa propaganda basada en una ideología absurda, se cae hecha pedazos. Ya nadie quiere escribir al coronel, comandante o lo que sea. Se le rechaza, sin más. Atrincherado en esa pancarta tercermundista que es Cubadebate, cuyos análisis muestran lo alejados de la realidad que se encuentran, sigue proclamando mensajes que rayan en el absurdo más anacrónico.
Nadie parece darse cuenta dentro de Cuba que estamos en el siglo XXI, en el que internet, las redes sociales y la globalización exigen un nuevo discurso para no quedar obsoletos. El régimen cubano de mediados del siglo pasado, sigue inmerso en la dialéctica de la más oscura y triste etapa de la historia reciente de la humanidad, el telón de acero, la ocupación soviética de media Europa a costa de la imposición de un modelo ideológico fracasado y absurdo, basado en la idea de que “todos están contra mí, por eso debo defenderme como sea”.
El comunicado de la UNEAC dice muy poco de sus redactores. Atacan de forma desmesurada, con pruebas falseadas, sin entonar un solo mea culpa, bueno sí, algo dicen de la “democracia imperfecta” de Cuba. ¡Qué vergüenza! Cayendo lo que cae, cuestionar la democracia en la Isla como imperfecta. Pero señores, en Cuba no existe la democracia. Cuántas veces se lo vamos a tener que decir para que lo entiendan. Eso que ustedes tienen en la Isla es un invento castrista para perpetuar en el poder un régimen en el que ya nadie cree. Seguro que ni ustedes mismos.
El comunismo cubano se encuentra en 2010 más aislado que nunca pero no acepta sus errores. Sin referencias internacionales, y en cuestión sus apoyos continentales e internacionales por la crudeza de la represión, ayer mismo, las turbas de incontrolados atacaron a las pacíficas Damas de Blanco, que sólo quieren que sus familiares dejen las prisiones en las que han sido injustamente condenados por los tribunales castristas; nadie quiere saber de los Castro, ni Víctor Manuel, ni Ana Belén, ni Pablo Milanés.
Recuerdo hace unos años cuando el gran Bebo Valdés de visita en Valencia para unos conciertos nos contaba como decidió salir de Cuba en cuanto vio aparecer a los de las barbas por aquella Habana de comienzos de 1959. Mucho ha llovido desde entonces, pero en Cuba nada cambia. Ahora es el momento. Hay que mirar hacia el futuro con ilusión. Todos juntos. Sin dejar herencias de alto coste que nadie quiera recibir. Yo, mientras tanto, voy a seguir leyendo “Cuerpos vibrantes” la novela póstuma de Cabrera Infante. Otro día les contaré.

martes, 16 de marzo de 2010

España abandona la modificación de la Posición Común

Finalmente, imponiéndose la razón y el sentido, el gobierno socialista español tira la toalla, y asume que no va a lograr el objetivo de modificar la Posición Común que regula las relaciones de la Unión Europea con Cuba, durante la Presidencia española de turno de la Unión.
Moratinos aseguró desde el principio que con esta actuación no se iban a realizar "concesiones'' al régimen castrista ni renunciar a la "exigencia'' en la defensa de las libertades en el país caribeño, sino que el objetivo era pasar a un marco “bilateral” en el que se pudiera seguir trabajando en materia de libertades, democracia y presos políticos. El problema es que, desde el primer momento, en la Habana no se pretendió en modo alguno aceptar esta propuesta, sino revisar el contenido de la Posición Común, sin más.
Navegando contracorriente, y desgastando su capital político (en las encuestas del CIS, Moratinos aparece como el responsable español de exteriores con menos imagen de la democracia española) el ministro defendió su propuesta cuando viajó a La Habana el pasado mes de octubre, pero ya en aquel momento reconocía la dificultad de cualquier cambio por las resistencias del bloque del este, República Checa, Polonia, Rumania, a los que se unían Suecia, Holanda, Reino Unido y Alemania.
No deja de ser lamentable la razón ofrecida para aparcar la decisión acordada ayer por la diplomacia española. La necesidad de alcanzar la unanimidad de los 27 Estados miembros para modificar una norma de estas características, lo que, en las actuales circunstancias, no es posible tras la muerte del disidente cubano Orlando Zapata el pasado 23 de febrero después de una larga huelga de hambre de 85 días, en la que el régimen castrista despreció cualquier demanda de atención al preso.
El ambiente contra la dictadura comunista de Cuba no es favorable. El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada una dura condena a la situación de los derechos humanos en la isla, con el apoyo de los grupos popular y socialista, estableciendo una firme exigencia al régimen castrista de liberar a los presos políticos y de conciencia.
En respuesta a esta condena, la Asamblea Nacional de Cuba acusó al Parlamento europeo de “manipular, mentir y tergiversar” sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. Como viene siendo habitual, la propaganda castrista aprovechó sus voceros internacionales para desacreditar a los que defienden la libertad y democracia para Cuba, pero una ola de apoyos sin precedentes a la causa democrática en la Isla, contribuyó a aislar más aún la posición intransigente del régimen.
Una vez conocida la decisión de Madrid, los opositores cubanos, como cabría esperar, celebraron con especial satisfacción el abandono del intento de modificar la Posición Común, lo que tampoco contaba con el apoyo de los que luchan por la democracia y la libertad en la Isla.
También los grupos del exilio. La plataforma "Cuba Democracia ¡Ya!'', que reúne a opositores del régimen de Fidel Castro, celebró que el gobierno español haya "desistido en su empeño'' de cambiar la Posición Común de la Unión Europea respecto a Cuba. En un comunicado, la plataforma lamenta que el cambio del gobierno de España responda en mayor medida a la falta de apoyo con la que cuenta esta propuesta en el Parlamento europeo, que a una convicción de que la Posición Común es lo "mínimo'' que puede exigir una "democracia como la europea a una dictadura como la cubana''.
La cuestión que se plantea en este momento es decisiva. Aparcar la reforma de la Posición Común puede ser algo definitivo o transitorio. De momento, parece que esta última ha sido la vía elegida por Moratinos. A pesar del anuncio realizado ayer, la semana pasada, el ministro insistía en una comparecencia en el Congreso de los diputados que España iba a continuar intentando revisar esa posición. Por su parte, el eurodiputado socialista Ramón Jaúregui, en una entrevista en Tele 5 trataba de salir al paso de la pregunta de por qué en el parlamento europeo los socialistas españoles votan contra la modificación de la Posición Común, y luego en España la defienden.
Toda esta polémica tiene mucho que ver con la forma de gobernar de Zapatero. Después de largos meses de idas y venidas en toda la cuestión de las relaciones con el régimen castrista, Zapatero había concluido que del aparato de políticas diseñadas y ejecutadas durante el gobierno de Aznar, la única que estaba en vigor era la Posición Común, y su orden era clara, había que eliminarla de la circulación.
El encargo a Moratinos parecía convertir al ministro en el alma impulsora de la medida, pero ahora, los acontecimientos apuntan mucho más alto. Esa política de decir hoy una cosa, y guardar la ocasión para más adelante, es una constante de los últimos seis años en la gestión gubernamental en España. Solo nos queda mantener la vigilancia y el apoyo a quienes han frenado el cambio en la Posición Común.
Para el futuro democrático de Cuba es muy importante que España se mantenga liderando la presión para los avances de las libertades, junto al resto de la Unión Europea y en estrecha relación con EEUU. En el futuro democrático de Cuba, una España aliada de los que defienden la democracia, que comparte valores, ideales e ilusiones con los que padecen la tiranía, cambia radicalmente la perspectiva de las relaciones y la percepción en amplios sectores sociales.
Una España que se pone del lado de los presos políticos, los disidentes y los opositores es una garantía internacional para la transición a la democracia en Cuba, una posición firme y ética frente al régimen, y una advertencia clara de que cualquier opción para el futuro de Cuba pasa por la libertad y la democracia, y que ello es incompatible con la permanencia de los Castro en el poder y del sistema que idearon hace medio siglo para someter al pueblo de Cuba. Esa España es la que mejor puede liderar los cambios en Cuba, y a la que siempre, los cubanos y los españoles veremos como el aliado fraterno.

lunes, 15 de marzo de 2010

En defensa de Silvio Benítez y su participación en las elecciones

Ayer hice algunas reflexiones sobre cómo va el proceso electoral en Cuba para designar a los representantes del Poder popular el próximo 25 de abril. Expuse algunas de las características de un proceso que se califica de democrático por las autoridades, pero que no tiene nada de ello, y hoy, les aporto un primer caso de lo que está sucediendo realmente en Cuba.
Es el disidente Silvio Benítez Márquez, presidente del Partido Liberal de la República de Cuba, que se presentó el viernes pasado como candidato a delegado del Poder Popular en la circunscripción 47 de Punta Brava, en el municipio habanero La Lisa.
Benítez ha sido el principal impulsor de la denominada “Plataforma Candidatos por el Cambio”, una iniciativa muy interesante para presentar a las lecciones del Poder Popular a más de una veintena de opositores al régimen.
Según el sitio en internet Cubanet, algunos de los asistentes a la asamblea de la circunscripción 47, que conocen la actividad disidente de Silvio Benítez, protestaron contra su candidatura, pero, y he aquí el primer motivo de satisfacción, el presidente de la mesa electoral no la rechazó.
Esa posibilidad de exposición democrática de los opositores, sin exclusión, apunta a buenas maneras, y según Benítez, permite “cuestionar las barbaries que se hacen, las farsas, las faltas de respuesta al pueblo, obligarlos a rendir cuentas, desnudar la mentira y la manipulación del gobierno". En ese sentido, la actitud del presidente de la mesa electoral me parece ejemplar, y desde aquí le quiero felicitar.
La BBC informó que "hubo cuestionamientos, pero sin agresiones ni insultos", y aparentemente, todo dentro de la normalidad impuesta por el régimen.
Otra cosa, son las posibilidades reales de estos demócratas cubanos de obtener representación dentro de la maquinaria y las reglas del juego del castrismo.
El resultado de la asamblea fue de 50 votos a favor de la candidata del Partido Comunista —que actualmente es la delegada de la circunscripción—, 14 a favor de Benítez y unas 50 abstenciones. Los medios se hicieron eco de este dato, que ofrece una cifra realmente elevada para la realidad política de Cuba, en la que el voto y la participación son una obligación impulsada desde el partido único.
De acuerdo con las fuentes informativas del interior de la Isla, la mayoritaria abstención se podría interpretar como una muestra del grado de descontento popular con los delegados que están siendo impuestos por el sistema, y la esperanza de una apertura a los dirigentes opositores que parecen encontrar aceptación en la sociedad conforme el régimen profundiza su crisis estructural.
Benítez, en declaraciones a la BBC, señaló que “la tarea pendiente de la disidencia es lograr el apoyo de todas esas personas que ya no votan por la propuesta gubernamental”, a la vez que explicó que la Plataforma Candidatos por el Cambio realiza "una acción masiva en todo el país", postulando a sus miembros como candidatos a delegados. "Es la mejor forma de demostrar que tenemos apoyo en la población", añadió.
La operación diseñada por Benítez, un liberal cubano, se convierte en un experimento de laboratorio democrático para intentar penetrar por los resquicios que deja el castrismo, a la vez que permite a la oposición salir de la oscuridad y asumir la conciencia cívica de ganar desde la base a los electores. En sus propias palabras, “Ya es hora que dejemos de trabajar hacia afuera y nos dediquemos a trabajar hacia el pueblo”.
Además, Benítez considero que "es posible hacerlo", y añadió que "tenemos que presentarnos a todas las asambleas, "Esta propuesta va a seguir ganando adeptos, pero hay que empezar desde la base", afirmó Benítez para concluir señalando que "Las organizaciones disidentes en Cuba son pequeñas, por eso es necesario llegar al cubano común y corriente, que es el que te va a votar".
Magnífica iniciativa, que desde aquí deseo felicitar al amigo Benítez por su proyecto, pero teniendo en cuenta las dificultades que puede tener y las consecuencias que cabe suponer que se deriven, dudo que puedan servir para abrir la transición democrática en un país en el que la ideología absurda se mantiene como hegemonía que frena cualquier cambio.

sábado, 13 de marzo de 2010

Lecciones de democracia para el castrismo

Hoy quiero dedicar mi reflexión al proceso electoral que se está realizando en Cuba y que debe conducir el 25 de abril próximo a la elección de15 093 escaños en las 169 asambleas municipales. En un artículo en Granma Internacional la periodista Susana Lee analiza con el título de “Una escena común por estos días” las características de la nominación de candidatos a delegados de las asambleas municipales de poder popular.

El artículo indica que la mayor parte de la actividad en las asambleas en las que se reúnen los vecinos para elegir a los “compañeros y compañeras que reúnen los requisitos para, dentro de unas semanas, llegar a ser representantes del pueblo ante los órganos superiores locales de poder”, se realiza por las noches.

Hay que valorar esta cuestión detenidamente. Un pueblo exhausto de pasar el día resolviendo para poder llevarse algo a la boca, en empleos mal retribuidos y poco productivos, con escaso tiempo efectivo para la vida de relación y familiar, se ve obligado a ocupar las horas del descanso nocturno para participar en “asambleas” de dudoso funcionamiento democrático, tiene mérito si actúa de este modo.

En total, 50.907 asambleas han sido programadas entre los días 18 y 24 de este mes para el proceso de nominación de los candidatos, y ya en la última semana se intentará completar el programa, recuperando aquellas que por cualquier tipo de motivos no se hayan podido realizar en las fechas previstas. Parece ser que este año, las lluvias han hecho de las suyas contra la actividad “electoral” diseñada por el régimen castrista para lavar su imagen ante el exterior.

El artículo ofrece datos que permiten apreciar que el proceso va a buen ritmo, ya que se han celebrado más de 38.000 asambleas hasta el cierre de la edición, que suponen más del 74% del total. Además, los más de 28.000 candidatos ya nominados, entre los que se encuentra una cifra superior a las 10.000 mujeres y a los 5.900 jóvenes, ofrecen una idea de lo avanzado del proceso.

Y lo cierto es que, por mucho que se empeñen en afirmar lo contrario, estas elecciones son una auténtica burla del sentido común democrático, al pluralismo político y a la forma en que entendemos los demócratas la libertad y el ejercicio partidista de la democracia. Estas asambleas tienen de democracia lo que el hielo de caliente.

No se puede afirmar que sean libres ni democráticas porque, simplemente, no es ese su objetivo, sino cerrar un expediente con el que el régimen pretende ofrecer una imagen de normalidad al exterior. Por muchas que se hayan celebrado, en total 14 veces han sido llamados los ciudadanos a nominar a sus candidatos al poder popular municipal, y por mucho que se pretenda justificar la edad de 16 años como indicador de capacidad legal para el ejercicio del voto, la farsa electoral en Cuba es otro más de los ejemplos del pésimo funcionamiento del régimen, y algo que habrá que modificar para homologar a Cuba con el resto de países democráticos del mundo.

El mismo contenido de estas asambleas para nominar a los candidatos es profundamente antidemocrático. ¿En qué país del mundo se puede elegir a los candidatos solamente con el aval de los méritos y cualidades de las personas propuestas, expuestos y argumentados por uno o varios vecinos, no por el Partido? Dado el régimen de monopolio político que existe en Cuba, donde sólo existe una ideología dominante y el resto pertenecen a lo que el régimen califica como “mercenarios del Imperio”, quién puede pensar en algún ciudadano proponiendo libremente la designación de un disidente o un opositor, o de un residente en el exterior que vuelve a Cuba, por muchos que sean sus méritos personales y profesionales.

El mero hecho de que el régimen castrista mire por encima del hombro a otros países democráticos, atribuyéndose ese rango diferencial que prima a los mejores en el proceso de selección de candidatos, es una farsa más, y una manipulación de la propaganda castrista que tenemos que denunciar, porque ofrece, una vez más, esa falsa superioridad ética y moral de quiénes no tienen respeto por la vida humana, y ahí está Orlando Zapata esperando justicia.

En el artículo se destaca la respuesta masiva a las asambleas de los 8.400.000 cubanos que forman el censo electoral del país, y eso, aun siendo positivo, ofrece algunas dudas que es preciso aclarar. ¿Cuántas de estas personas lo hacen bajo un principio de obediencia al régimen, como cuando se les convoca a alguna manifestación o actos políticos, so pena de ser expedientados o perder alguno de los escasos privilegios del castrismo? Nada que ver con la expresión libre, participativa y responsable de los electores en las democracias donde el principio de un ciudadano libre un voto, asegura resultados ajustados y representativos para otorgar legitimidad a las instituciones.

En Cuba, la farsa electoral está justificada porque el régimen no necesita esta participación popular para legitimarse, ya que su poder arranca de aquella legendaria bajada de Sierra Maestra hace 50 años y de un líder que se ha convertido en juez, legislador y ejecutor de la política, concentrando todos los poderes de estado. La soberanía nacional reside en ese núcleo de poder que ha secuestrado a la sociedad su capacidad para decidir su futuro de forma democrática y libre.

En estas condiciones, las elecciones a las asambleas del poder popular son una farsa más del castrismo, una pérdida de tiempo y un sufrimiento para los pacíficos cubanos que están hartos de tanta política y tanta promesa incumplida, pero que obedecen y obedecen porque en ello les va su vida y su futuro.

En cualquier caso, lo que resulta de este proceso de nominaciones, como paso previo a la celebración de las elecciones, es un filtraje bajo control de la organización única que dirige el país, de quiénes finalmente vayan a participar en ese curioso proceso de un candidato para un puesto. De ese modo, las personas elegidas serán las que deben ser elegidas, y se evita, a través de este mecanismo perverso, la aparición de sensibilidades o voluntades que no coincidan con las directrices del régimen. El expediente electoral se cierra, pero no deposita en manos de la sociedad el poder de decisión.

Justificar el proceso por la calidad de los nominados e inferir a partir de ahí la participación masiva del pueblo en las elecciones del 25 de abril, no es lo que necesita la sociedad cubana para fortalecer sus instituciones. En tiempos difíciles, los cubanos necesitan algo más que una arenga propagandista o una válvula de escape para ver la luz al final del túnel. Las elecciones a la asamblea del poder popular no van a resolver nada, porque tampoco ese es su objetivo.

viernes, 12 de marzo de 2010

La actuación de la Unión Europea: un buen ejemplo

Siempre he sostenido que Europa, la Unión Europea es mucho más que una unión económica, aduanera o monetaria. El jueves 11 de marzo de 2010, la Unión Europea, su Parlamento, nos ha dado la razón. En la sesión celebrada se votó por un margen aplastante a favor de condenar al régimen castrista. El apoyo favorable de 509 eurodiputados frente a 30 que se opusieron a la resolución, provocó en La Habana dos reacciones distintas.
De un lado, el régimen, que en nota de prensa de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ese símil de parlamento en el que sólo está representado el partido comunista que ejerce el monopolio ideológico en la Isla, calificó la decisión como un “sucio debate” y de “profundo cinismo” por parte de las naciones ricas que optan por el “consumismo”, entonando cánticos de sirenas sobre la ayuda de Cuba a Haití, como si otros países no hubieran hecho lo mismo ante el dramático terremoto ocurrido en el país caribeño.
Para los voceros del régimen, “condena tan discriminatoria y selectiva solo puede explicarla el fracaso de una política incapaz de poner de rodillas a un pueblo heroico”.
Es evidente que el castrismo se encuentra acosado, acorralado, aislado internacionalmente y con un reducido número de apoyos en los sectores de una izquierda radical y antisistema que sigue negando la mayor. Esa sensación de vacío es percibida por la dictadura como una amenaza porque empiezan a surgir posiciones contrarias, unas a favor de mantener la ideología a la fuerza, otras más favorables a ceder a cambio de menos presión. En ese debate, qué duda cabe, comienza realmente la transición, cuando las anomalías hacen imposible al paradigma dominante dar respuesta a todas y cada una de las exigencias sociales.
La otra reacción, me interesa mucho más, y la considero relevante para el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y una Cuba democrática y civilizada. Los grupos opositores y disidentes valoraron de forma muy positiva la resolución de condena al castrismo, a la vez que pidieron que esa posición europea llegue a sus últimas consecuencias para evitar un baño de sangre en la Isla. El activista de los derechos humanos en La Habana, Elizardo Sánchez Santa Cruz, elogió la resolución diciendo que "nunca antes había habido una declaración tan firme de parte de las democracias europeas. Con esto, el Parlamento Europeo se pone de lado del pueblo cubano''.
"Eso nos alienta en nuestra lucha'', dijo el disidente y economista Oscar Espinosa Chepe a la agencia de noticias EFE, añadiendo que las embajadas europeas en La Habana deberían invitar ahora a críticos del gobierno a sus eventos sociales.
Las relaciones entre la Unión Europea y Cuba se encuentran, ahora, en el mejor momento, porque la Unión ha identificado a quiénes debe atender con sus actuaciones dentro de la Isla, que no son precisamente los castristas.
Observando que el régimen no cede a sus posiciones, los demócratas europeos confían en la capacidad de la disidencia para liderar la transformación del sistema político comunista en democracia. Los mecanismos se han puesto en marcha, y con ellos, cabe esperar que la Posición Común, que Moratinos intenta hacer desaparecer, no sólo se mantenga por prudencia, sino que se acentúen sus objetivos para mantener la presión sobre el régimen liderado por los Castro.
Es un pulso de fuerza entre la razón democrática y la cerrazón de quién no pretende abandonar el poder. Nunca antes, se había producido tal nivel de presión, lo que hace evidente que los intereses económicos, tantas veces alardeados como justificación para entablar el diálogo con los dictadores, pasan a un segundo plano cuando se trata de los derechos humanos, las libertades y la vida de las personas.
El texto de la resolución "condena enérgicamente la muerte evitable y cruel'', de Zapata, hace un llamado a la "liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos'' y afirma que los disidentes cubanos son encarcelados "por sus ideales y su actividad política pacífica''.
También urge a las agencias y funcionarios de la UE a que comiencen un "diálogo estructurado'' con la sociedad civil cubana, y que "den apoyo incondicional y alienten sin reservas el inicio de un proceso pacífico de transición política hacia una democracia pluripartidista''.
La resolución fue aprobada en el Parlamento europeo porque contaba con el respaldo tanto del gobierno socialista de España como del Partido Popular de oposición. España ocupa la presidencia rotativa de la UE durante la primera mitad del 2010, y generalmente toma la iniciativa en la organización regional en cuanto a los asuntos latinoamericanos.
Un borrador redactado en términos menos duros, fue presentado en el último minuto por la facción Izquierda Unida del Parlamento, siendo derrotado fácilmente ya que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) votó en su contra. Ramón Jáuregui, secretario general de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo, dijo que su partido había votado en contra del borrador de Izquierda Unida porque “iba demasiado lejos”.
El borrador, incluía una iniciativa para poner fin "absoluto'' a la denominada Posición Común de la UE, adoptada en el 1996 para hacer depender las relaciones europeas con Cuba de la disposición de La Habana a tomar medidas hacia la democracia.
Analistas inmediatamente plantearon la existencia de divisiones en las filas socialistas, teniendo en cuenta el interés de Moratinos por modificar la Posición común. El asunto fue tratado con posterioridad, al dejar claro que el borrador "no respondía literalmente a la posición de la presidencia española de la Unión, que busca un consenso en la UE para renovar el marco de relaciones con Cuba, pero no una ruptura absoluta de la posición común'', según palabras de Ramón Jáuregui.
Después, Moratinos se dio prisa en aclarar el mismo jueves por la tarde su intención por continuar luchando por una revisión de la Posición común, no para realizar "concesiones'' a La Habana, sino para tratar de hacer progresos en cuanto a los derechos humanos y la liberación de los presos políticos. De lo que no cabe duda es que ahora lo tendrá mucho más difícil.

jueves, 11 de marzo de 2010

El final del castrismo: un baño de sangre

Nadie nos dijo cómo iba a ser. Tampoco pensamos que sería tan rápido y tan intenso. Perdidos los apoyos internacionales el régimen castrista se encuentra en una fase terminal sin capacidad alguna de reacción.
La Unión Europea ha dado instrucciones claras a los gobiernos para establecer el diálogo con los opositores y disidentes del régimen y dar la espalda a los castristas, lo que significa que Moratinos no podrá modificar la Posición común a corto plazo.
Sin recursos económicos para mantener la insolvencia estructural de la economía, las inversiones extranjeras pueden empezar a cancelar sus proyectos en la Isla generando una situación excepcional para las autoridades.
Con una estrategia enloquecida de atacar a la prensa internacional acusándola de injurias a la revolución, el mensaje castrista se radicaliza y pierde apoyos en los sectores moderados de la izquierda.
Con todo ello, el régimen hace oidos sordos a los llamados de todo el mundo, y deja morir a Orlando Zapata, y muestra estar muy poco interesado por la vida de Guillermo Fariñas, en tanto que otro destacado disidente, Felix Bonne inicia una nueva huelga de hambre.
Los acontecimientos apuntan a un desenlace violento, en el que correrá la sangre, sobre todo de inocentes. Si el gobierno castrista no atiende las demandas de poner fin a la presión sobre los disidentes y opositores, la determinación de estas personas puede llevar a una serie de sucesos luctuosos que nadie quiere, que no parecen justos y que significan un punto de inflexión para la dictadura que sienta unas bases muy negativas para cualquier proceso de negociación política.
No es ésto lo que deseamos la gente de buena voluntad, ni mucho menos la mayoría de los cubanos del exilio y de la Isla. Nadie quiere una guerra fratricida como fin del castrismo, la peor etapa de nuestra historia que desaparece tal y como accedió al poder, matando.
Los crímenes contra disidentes pacíficos no podrán quedar sin castigo. Nadie querrá aceptar justificaciones el día después. Los brazos ejecutores de las condenas, deben saber que cuando desaparezca el responsable de estas actuaciones, tendrán que responden realmente de sus actos en tribunales democráticos. Será muy difícil dar solución a los que cometen crímenes. Hay que hacer un llamado a los carceleros para que opten por la desobediencia a las órdenes de la cúpula de poder de la dictadura. Esa actitud sería una buena referencia para medir la podredumbre de la gerontocracia.
Lamentablemente, la última vez que alguien plantó cara al castrismo, el general Arnaldo Ochoa y los hermanos de la Guardia, todo acabó con fusilamientos y ejecuciones. Todavía la memoria es reciente, pero el crimen a los inocentes, a los opositores y disidentes, tiene que tener castigo, y la transición a la democracia ya está muy cerca.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Quién es Guillermo Fariñas?

Los acontecimientos que se están viviendo en Cuba son históricos. Aunque es cierto que la mayoría de la población permanece ajena a los hechos que suceden en la Isla desde el pasado 23 de febrero, cuando murió tras una larga huelga de hambre Orlando Zapata, también es verdad que la actividad de los opositores, los disidentes y los presos políticos ha ido en aumento, y el apoyo internacional recibido del Parlamento europeo en su sesión de ayer, martes 9 de marzo, apunta a un nuevo escenario de dificultades para el gobierno comunista que, más tarde o temprano, tendrá que reaccionar.
El disidente cubano Guillermo Fariñas, que lleva 14 días en huelga de hambre, ha solicitado al general Raúl Castro un "gesto humanitario" con los 26 opositores y presos políticos enfermos en las prisiones de la Isla. No obtendrá respuesta. Tan sólo ha recibido un gesto de desprecio de las autoridades por el cual se descargan de toda responsabilidad, y trasladan a España la solución del problema bajo la forma de una concesión de asilo político por razones humanitarias. Fariñas, de 48 años, comenzó su huelga de hambre y sed después de que muriera en un hospital de La Habana el albañil Zapata, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional.
La posición del gobierno cubano a Fariñas le fue comunicada, de forma discreta y sin apenas ruido, el lunes pasado por el consejero político de la embajada de España en La Habana, Carlos Pérez-Desoy, que lo visitó en su casa, según confirmaron el opositor y fuentes diplomáticas.
Raúl Castro no atenderá sus demandas porque ni él ni su hermano sienten el más mínimo respeto por la dignidad de la vida humana de aquellos que no piensan de la misma forma. El sometimiento servil a la ideología comunista es la única garantía de sobrevivir a la miseria en Cuba. Pero aquellos que, con dignidad y ética reclaman un mundo mejor, en el que todos, absolutamente todos los cubanos, tengan cabida, no merecen vivir. Así de drástico es el pensamiento del régimen y su construcción en los últimos 50 años ha contribuido a crear un sistema muy sólido, del que sólo, el exilio o el abandono del país, ha sido la solución para aquellos que se resistían a creer en una mentira absurda y contraria a sus principios.
Fariñas reconoce que durante largo tiempo ha sido manipulado por el régimen hasta que se cansó de tanta absurda ideología y puso fin a la farsa, y cita como ejemplo el informe que publicó el pasado lunes el diario oficial Granma calificado según sus palabras como "un epitafio" y "una preparación a la opinión pública internacional y nacional" para un desenlace fatal en su caso. Y añade textualmente, "A mí no me manipula nadie. A mí me manipuló antes el Gobierno, hasta que me convertí en un disidente no público", dijo saliendo al pasado de lo escrito en Granma.
Un informe que parece arrojar las culpas a los disidentes y opositores de un suceso lamentable en el caso de Fariñas, y para ello afirma que, "No ha existido todavía, en estos 14 días, un hermano de lucha que me haya dicho que está de acuerdo con esta huelga. Solo me piden de manera unánime que la concluya. Yo soy el que he determinado que debo seguir hasta las últimas consecuencias". Para añadir que el régimen hará todo lo posible por descargarse de sus responsabilidades, y por medio de la eterna "manipulación" culparán a la "oposición pacífica" de su muerte, a la vez que insistió, una vez más, en la falsedad de estos argumentos ya que "el único culpable" sería el gobierno de Raúl Castro "por no hacer ese gesto de buena voluntad", que está solicitando.
La actitud rebelde y contraria al régimen de Fariñas es un ejemplo que, sin lugar a dudas, se extiende en la sociedad cubana y que refleja ese estado de ánimo general de cansancio y agotamiento hacia un sistema que no funciona. Un sistema que visto desde fuera puede parecer sólido, pero que ha entrado en una grave y profunda crisis.
Lejos de asustarse por el silencio castrista, Fariñas ha solicitado al Rey Juan Carlos y al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que "se pronuncien, repudien y condenen" lo que denominó el "asesinato" de Orlando Zapata, al mismo tiempo que señaló que “no está en mis planes aceptar la propuesta de asilo en España. Yo siempre he sido un preso político o un opositor en la calle. No acepto esa propuesta ni para ir a España ni a ningún lugar del mundo".
Además el valiente disidente señaló que todo lo que solicita a Raúl Castro es un "gesto humanitario" y "de buena voluntad" con los 26 enfermos, y no que "deje el poder, ni que el Partido Comunista deje de ser el ente hegemónico dentro de la política cubana". Además, con un ejemplo reciente, señala "si ellos pueden enviar tanto personal a Haití y Venezuela (como ayuda tras los terremotos), ¿por qué no pueden hacer un gesto humanitario con sus hermanos?", preguntó.
La determinación de Fariñas le puede costar la vida, y así lo expresa, “Voy a aceptar este desafío hasta las últimas consecuencias. Yo quisiera vivir, si mi conciencia me lo permite, cuando esté seguro que nadie más se va a morir".
Incluso, en caso de que ocurra la liberación de los presos aseguró que volverá a trabajar en Cuba como periodista independiente y en su blog, y a escribir sus "libros, novelas, cuentos y ensayos", que es lo único que desea hacer.

martes, 9 de marzo de 2010

¿638 atentados?

El domingo pasado la televisión única de Cuba estrenó la serie titulada ‘‘El que debe vivir'' que, en ocho capítulos, va a contar algunos de los 638 atentados en más de medio siglo contra Fidel Castro. Es decir, a una media de 11-12 atentados por año, Fidel Castro quiere pasar a la historia con un record Guinnes que difícilmente otros van a superar. Me alegro.
Siempre se supo en Cuba que Castro estaba preocupado por su vida. Circulaban rumores de que debajo de su temible uniforme militar verde oliva siempre estaba una coraza protectora, o que cada noche dormía en sitios distintos y desconocidos incluso para sus colaboradores. Aquello acentuaba más el perfil atemorizador del personaje.
Sin embargo, muchos años después, acabada la denominada “batalla de las ideas”, por su escaso interés entre la población, y con una circulación muy limitada del “Cubadebate” en la Isla, al régimen no se le ocurre mejor idea que volver a llevar a las pantallas de televisión al máximo líder. No para dar discursos de largas horas sino, en cierto modo, para contar su vida. Una vida de eterno éxito frente a los atentados. Una serie que promete, sin duda.
El director, Rafael Benítez, ha explicado la historia como "una mezcla de géneros'' para "darle más información al espectador alrededor de los hechos''. ¿Más información, o más propaganda?
La promoción de la serie comenta que "la vida de Fidel siempre ha estado en peligro'' y que cada capítulo "refleja una época diferente, con un plan de atentado al menos, que lleva la línea dramática''.
La producción duró tres años. Imaginemos el coste económico que ello supone, y sus realizadores aseguran que es la mayor serie realizada por el Instituto Superior de Ciencias Policiales del Ministerio del Interior. Una adecuada selección de la entidad productora, no podría ser mejor elegido el argumentario.
Las dimensiones de la serie son formidables si se tiene en cuenta el culto al máximo líder que existe en el castrismo. En un país en el que la miseria y el racionamiento asfixian a la población, siempre hay recursos para ejercicios militares injustificados o para series de televisión sobre la vida de los Castro que, por supuesto, no se corresponden con la realidad.
Cuando uno analiza las dimensiones del proyecto, no da crédito a los datos. En el rodaje participaron 243 actores y actrices, algunos de ellos rostros muy populares de telenovelas y dramáticos, además de 800 extras y figurantes. Qué duda cabe que estamos ante el culebrón del verano, pero seguro que el gran Félix B. Caignet jamás prestaría su talento al guión de una serie como ésta.
Los cubanos, que no tienen muchas opciones donde elegir a la hora de ver televisión, salvo que puedan hacerse con una antena en el mercado negro para ver las producciones de la Florida, van a observar cómo desde antes del triunfo de los rebeldes en 1959 llegaron los primeras conspiraciones para hacer abortar los preparativos en México de la expedición belicosa del yate "Granma'' contra el ejército del presidente Fulgencio Batista.
En particular, se cuenta la historia del desdichado campesino Eutimio Guerra, que fue colaborador del grupo guerrillero, y también reclutado por el ejército de Batista con la misión de matar a Fidel Castro y conocer los planes de los rebeldes.
Tal vez Guerra comprendiese el desastre que se avecinaba al país y reveló al ejército la localización de los guerrilleros. La aviación de Batista comenzó a hostigarlos con bombardeos, pero Fidel Castro, al que siempre se le intuye un conocimiento superior al resto de los seres humanos, había ordenado dispersar la tropa por el monte, ya que había desconfiado del campesino, quien finalmente fue capturado y, tras reconocer su traición, ajusticiado por los revolucionarios. Ahí tal vez empezaron los ajusticiamientos y fusilamientos que ahora ninguno de los dos hermanos reconoce que se han producido en Cuba, y que años después se encargó de ejecutar el propio Che Guevara.
Para darle más interés a algo que parece ciertamente aburrido, el último capítulo presenta detalles de un atentado que se frustró en noviembre de 2000 y que iba a ser ejecutado durante la asistencia de Castro a un acto en el Paraninfo de la Universidad de Panamá, durante la X Cumbre Iberoamericana. Todo presunto, y todo por demostrar, aunque seguro que los servicios de inteligencia cubanos se habrán empleado bien a fondo por documentar la historia.
La serie ofrece un recuento espectacular de los distintos medios utilizados para acabar con la vida del dictador cubano incluyendo planes con bombas, francotiradores y gases tóxicos, puros o batidos de leche envenenados, hasta otros más sofisticados como el uso de la sustancia alucinógena LSD en un estudio de televisión. Da la sensación de que estamos en los tiempos de la antigua Roma, en la que los césares hacían a otros probar antes su comida para evitar el envenenamiento.
Solo me queda pensar en los pobres cubanos que se verán obligados a ver esta serie. Tendrán que demostrar que la han visto y comentar su contenido sino pueden sentir la frialdad del sistema. Yo, desde luego, no lo pienso hacer, incluso aunque Willy Toledo o Miguel Bosé piensen que hay que verla.

lunes, 8 de marzo de 2010

8 de marzo: Día de las Damas de Blanco

Hoy, 8 de marzo, Día de la mujer, pienso que nada mejor que dedicar estas líneas a las Damas de Blanco.
Un grupo de mujeres valientes, entusiastas y dignas que han elegido en Cuba la vía más difícil para desarrollar sus actividades y divulgar sus objetivos: la protesta pacífica y pública. Por todo ello, merecen todo mi respeto y apoyo.
Una breve historia de las Damas de Blanco nos lleva a los sucesos luctuosos del 18 de marzo de 2003 cuando el régimen castrista desarrolló una de las actividades represoras más intensas de su existencia, especialmente concentrada hacia periodistas, sindicalistas, disidentes y profesionales, en general; gente sencilla cuyo único objetivo era la libertad y la democracia para Cuba.
Tras juicios sumarísimos, bajo el dictado de la denominada “Ley Mordaza”, que no aceptaría jamás la categoría de tal en cualquier otro país del mundo, fueron condenados a prisión a largas condenas. Sus mujeres, esposas y compañeras, decidieron entonces dar a conocer al mundo los horrores de la denominada “Primavera negra” y apoyar, desde la calle y de forma pacífica, la vida carcelaria, llena de privaciones y de tortura física y moral, de sus compañeros.
Las Damas de Blanco han conseguido grandes cosas en la Cuba castrista.
En primer lugar, la visibilidad de la protesta. Sus marchas en silencio por las calles de La Habana han servido no sólo para atraer la atención mediática de los observadores acreditados en Cuba, sino también para que muchos cubanos, que no tienen acceso a los medios de comunicación libres, se interesen por sus actividades y sepan que en Cuba no todo el mundo comparte los valores de la dictadura militar.
Segundo, han estimulado la actividad cívica dentro del castrismo. Por ello, han sido frecuentemente hostigadas y perseguidas por las autoridades, que se han valido de todo tipo de instrumentos de represión y castigo para atemorizar, obstaculizar y frenar las actividades de este grupo de mujeres valientes.
Tercero, gracias a las Damas de Blanco, la oposición y la disidencia interna en Cuba se han visto favorecidas a crecer y consolidar sus actividades. Desde 2003, tal y como vienen informado los observadores en la Isla, el aumento de las actividades de protesta social ha ido en aumento, con grave riesgo para la vida de quienes eligen este camino de compromiso.
La muerte reciente de Orlando Zapata es un ejemplo de que el castrismo no escatima un solo esfuerzo por eliminar todo aquello que suponga cuestionar los principios de partido único, ideología única y máximo sometimiento a la voluntad del líder.
Al final, las Damas de Blanco son mujeres que reclaman la libertad de sus familiares presos a la dictadura de los Castro. Nada más y nada menos. Y lo hacen con la voz en alto, para que todo el mundo conozca sus historias y sepa la verdadera razón de sus actividades pacíficas.
Desde su página web nos hacen llegar sus pensamientos, ideas, reflexiones y convocatorias. Ojalá que algún día cuando Cuba sea democrática, plural y libre, no sea necesario que existan unas Damas de Blanco para exigir al gobierno algo tan elemental como los derechos humanos. Pero, de algo estoy seguro.
Los que construyan una patria en libertad y democracia, siempre tendrán la referencia de estas mujeres y el símbolo que representa su lucha contra la vileza de la dictadura comunista. Estoy seguro de que la memoria histórica de la democracia en Cuba siempre las tendrá cerca del corazón y muy presentes.
Las Damas de Blanco serán nuestra luz hacia el final de un oscuro túnel.
http://www.damasdeblanco.com/

domingo, 7 de marzo de 2010

La nueva estrategia mediática del castrismo

Los hermanos Castro han vuelto a aplicar la “ley del silencio” en Cuba para que el efecto de la muerte de Orlando Zapata no afecte su capacidad para seguir dirigiendo el país.
Los observadores de la realidad cubana insisten en que, para amplios sectores de la población, la pérdida de Zapata es un evento desconocido, que carece del significado y la relevancia que adquiere a nivel internacional. El uso de los medios de comunicación estatales que, en régimen de monopolio, divulgan la propaganda del régimen a todas horas, ha servido esta vez para que los cubanos se mantengan alejados y desinformados de la actividad de los disidentes, opositores y presos políticos. Para la amplia mayoría de la población, Cuba es un país tranquilo en el que, eso sí, se pasan muchas dificultades para sobrevivir y las cuentas no salen.
Esa política de “silencio” a toda costa puede ofrecer rendimientos a corto plazo, pero es insostenible a medio y largo. Los Castro lo saben y por eso están cambiando rápidamente el modelo.
La permeabilidad de la coraza desinformativa en Cuba va en aumento. Cada día es mayor el número de ciudadanos que tienen acceso a teléfonos móviles que, al menos de momento, escapan del control de las conversaciones de la seguridad del estado. También el acceso a internet, más o menos sometido a autorizaciones en empresas y administraciones, ha ido en aumento. Por último, la búsqueda de moneda fuerte, lleva a mucha gente a acercarse a los viajeros y turistas que también comunican informaciones sobre el devenir de los acontecimientos. La penetración en la Isla de revistas en las que se denuncian los atropellos del régimen, las visitas al exterior autorizadas a familiares, las becas en el extranjero, las actuaciones de músicos y artistas a los que se otorga el plácet para viajar al exterior, todo ello supone un gota a gota que, a medio plazo, hará más permeables las fronteras de la comunicación e información en Cuba.
Una vez más, la aplicación estricta de la “ley del silencio” es una medida más en la línea castrista de perpetuarse en el poder al coste que sea. Este es el único objetivo de la cúpula dirigente del país desde el derrumbe del muro de Berlín y el “sálvese quien pueda” del socialismo real, a partir de entonces. Ganar tiempo. Utilizar todos los medios para mantener a una población engañada y sometida, sin resortes válidos de referencia y sin alternativas a un modelo político diferente que, sitúe a Cuba en el mismo plano que el resto de países democráticos del mundo, ha sido la referencia principal. En ese sentido, la “batalla de las ideas” lanzada por Fidel Castro cumplió sus objetivos, lo mismo que las mesas redondas informativas de una televisión que se ha resistido al pluralismo, negando espacios de información a la Iglesia. Todo ello dirigido a mantener a la sociedad cubana en una burbuja informativa de oscuridad en la que solo la malévola interpretación de los hechos y los juicios de valor por parte de la cúpula gobernante tiene carácter de información oficial y única.
Sin embargo, algo está yendo mal en La Habana. Los ataques de los voceros del castrismo, como el canciller Bruno Rodríguez la semana pasada, a la prensa, en general, culpándola de forma expresa de la difusión de las noticias de la muerte de Zapata en Cuba, marcan un punto de inflexión en la estrategia castrista. Siendo imposible practicar de forma continua la política de “silencio” y “bloqueo informativo”, ahora, el régimen reacciona y ataca de forma violenta a los medios que divulgan, según ellos, “falsedades sobre la revolución cubana”.
Dentro de Cuba, se manipulan las informaciones, se elaboran videos de laboratorio, tratan de mezclar a profesionales de la sanidad con declaraciones prefabricadas y violan cualquier norma de secreto informativo, para conseguir sus objetivos. Y, no contentos con esta actuación, vuelven a atacar a los medios de comunicación occidentales por estar apoyando, según el castrismo, una estrategia de Estados Unidos, cuyo único objetivo es destruir la revolución cubana. La mezcla de Estados Unidos, con los medios de comunicación, la revolución, y el fin del régimen aportan una nueva dieta de consumo castrista que se va especializando progresivamente. La web “Cubadebate” con el subtítulo, “Contra el terrorismo mediático” viene a confirmar la nueva estrategia de enfrentamiento directo contra los medios del castrismo. Basta con leer cualquier artículo para comprobar lo alejados de la realidad que se encuentran estos planteamientos.
Otros regímenes dictatoriales han experimentado esta misma sensación de acoso en el último tramo de su existencia y han intentado mover sus cloacas. Sin ir más lejos, recordemos las manifestaciones masivas en la plaza de Oriente para dar apoyo a Franco cuando se produjo la mayor campaña de presión internacional contra su régimen a comienzos de los años 70. Todo aquel montaje se vino abajo con el inicio de la transición a la democracia.
Sin embargo, el castrismo, a diferencia de esos regímenes totalitarios y autoritarios, está creando una estrategia de comunicación que culpa directamente a los medios informativos de dar una información distorsionada de la Isla, aísla a la población, se enroca en sus posiciones cada vez más alejadas de la realidad, y no cede, sino que ataca a los demás. Ahí está la diferencia, y por eso, es tan interesante observar cómo se está produciendo este cambio de estrategia, y sobre todo, cuánto puede durar de forma efectiva. Atacar a los medios por "desinformar" de lo que sucede en Cuba puede llegar a convertirse en un asunto de discusión y debate interno dentro del régimen, ya que se constata la existencia de altos funcionarios y dirigentes empresariales vinculados al ejército, que no se muestran satisfechos con esta "huida adelante" de manufactura Castro. El poder omnímodo frente a cualquier alternativa. El pulso ya está en marcha. Vamos a ver cuánto dura.

viernes, 5 de marzo de 2010

Los falsos argumentos del castrismo

Cada vez que el régimen castrista comete alguna atrocidad, y son muchas a lo largo de la historia, reacciona culpando a los demás.
Y casi siempre, el único responsable de todas las vilezas del castrismo es Estados Unidos, convertido en un imperio maléfico, cuya única obsesión es destruir los "logros" de la revolución y acabar con la vida de Fidel Castro. La historia se encargará de devolver a la realidad a quiénes tratan de convencer a los demás de este planteamiento absurdo, pero aguantar 50 años diciendo lo mismo, y anunciando una temida invasión que no acaba de producirse, desde luego, tiene mérito, y no se lo vamos a negar a los comunistas.
Pero el paso del tiempo ha obligado a perfilar más los argumentos. La intervención del canciller Bruno Rodríguez en Suiza en la Comisión de derechos humanos de Naciones Unidas es un buen ejemplo del nuevo argumentario que van repitiendo uno tras otro los distintos voceros del régimen.Más sofisticación, apoyada en la bomba de oxígeno del ALBA de Chávez, los proyectos de cooperación y la venta de Cuba como un país solidario a nivel internacional.
A saber, el imperio del mal es el culpable de la miseria generalizada en todo el mundo subdesarollado, no sólo por explotar a los países sustrayendo sus posibilidades de crecimiento, sino atacando de forma directa a los derechos humanos de estos países. Estados Unidos es el modelo neoliberal, único responsable del atraso económico en América Latina. Si hace falta, se recurre a las guerras del petróleo, como han bautizado a las campañas en Irak y Afghanistan.
Pero da igual, hasta Haiti y su pobreza histórica son responsabilidad directa del imperialismo de EEUU y su deseo de que ese triste país no levante cabeza.
Y lo peor es que este argumento se lo creen los "fuertes fuertes", los pocos talibanes que siguen creyendo en el castrismo y sus posibilidades de futuro. Se amparan en un mensaje solidario de Cuba con el resto del mundo, y se inventan un argumento de risa, al destacar que Cuba es el único país que hace cooperación "sur norte" y ponen de ejemplo las campañas de alfabetización en Sevilla utilizando ese programa diseñado por el castrismo y apoyado por Naciones Unidas.
Este argumentario está siendo instalado progresivamente en todos los foros democráticos en los que, quiénes eliminan los derechos políticos en la Isla, utilizan los estrados para atacar al sistema democrático. Más cosas hemos de ver aun porque la imaginación de esta gente no tiene límites, y su capacidad de crear situaciones absurdas aún tiene un público, en las posiciones de la extrema izquierda radical, que espera con ansiedad los comunicados.

jueves, 4 de marzo de 2010

Los cubanos valientes

Ha sido la estela que deja la muerte de Orlando Zapata. Ha sido la consecuencia de tanta miseria y represión. Ha sido el estímulo de una solidaridad internacional sin precedentes. El caso es que más de diez cubanos, cinco en la Isla, otros tantos fuera de ella, se han lanzado a un reto directo al gobierno castrista para conseguir la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en Cuba.
Frente a esos cubanos valientes, la triste y lamentable posición del ministro socialista español Moratinos, que dice preocuparse por la situación de uno de ellos, Guillermo Fariñas, pero que no piensa hacer lo que, más tarde y de forma obligatoria, no le quedará más remedio: una ruptura de relaciones diplomáticas, un punto de inflexión con la dictadura comunista. Tiempo habrá de comprobar cómo el asunto con Venezuela va a ir a peor, y entonces, todo, absolutamente todo, se mezclará en una combinación de consecuencias nefastas para la actual política exterior española.
Cubanos valientes. Si. Cubanos que han decidido decir basta y que ponen en peligro sus vidas para mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Es cierto que la censura oficial que se practica en Cuba por el partido único impedirá que los habitantes de la Isla conozcan de la gesta de estos valientes, pero en el mundo de la internet y de las comunicaciones, como ya sostuve hace algún tiempo, Fidel Castro no podrá ganar la batalla definitiva. No tarderemos mucho tiempo en descubrir que los cimientos del régimen se derrumban como un terrón de azúcar en café. Ya lo están haciendo, y es gracias a esos cubanos valientes, a los que vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo, estímulo y apoyo.
Que no pongan en peligro sus vidas. Que eviten el peor de todos los males, ese que trae consecuencias terribles para familias y seres queridos. Pero que luchen con valentía contra la opresión, el dislate y la palabrería. Con su actitud, firme y ética, están dejando al régimen aislado a nivel internacional, solo apoyado puntualmente por los willys de turno que no saben lo que dicen.
Valientes cubanos. Su obra ejemplar no pasará a la historia sin más.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¿Fin de ciclo político en Cuba a la vista?

Preso de sus propias contradicciones, el gobierno de Raúl Castro ha decidido actuar de la única forma que sabe en el caso Zapata, manipulando y distorsionando los acontecimientos, al responder a las críticas internacionales sobre la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata.
Utilizando todos los medios a su disposición, la estrategia del gobierno comunista ha sido presentar a Zapata como un preso conflictivo, más próximo a la clasificación de los comunes que a los de conciencia o políticos, cuya existencia siguen negando en Cuba, a la vez que instrumentaliza las declaraciones de los médicos y personal sanitario involucrado en el suceso, e incluso las de la madre de Orlando Zapata.
El portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), el opositor Elizardo Sánchez, declaró a EFE ``no oculto mi asombro por el ensañamiento del Gobierno de Cuba con un hombre que ya falleció y todavía siguen tratando de lanzar fango sobre su memoria''.
Las tesis del programa televisivo vuelven sobre el mismo enfoque tradicional del castrismo frente a sus enemigos, ``la contrarrevolución se dedica a una campaña de difamación'' para ocultar las atenciones médicas que recibió Zapata antes de morir, a la vez que se volvió a insistir que el disidente, preso desde el 2003, fue atendido ``con todo el rigor médico''.
Otro en sumarse a la propaganda vejatoria ha sido Granma, portavoz del Partido Comunista de Cuba, que había publicado un artículo acusando a Zapata de ser un delincuente común que ``adoptó un perfil político cuando ya su biografía penal era extensa''.
Detrás de toda esta campaña, lo que se descubre es un Gobierno colérico, enfurecido, que reacciona con toda su capacidad mediática y control de la opinión pública en el país, a las graves críticas lanzadas a nivel internacional por la muerte de Zapata, a la vez que se contradice constantemente con los materiales divulgados, sobre todo por televisión, que ponen de manifiesto cómo en la isla se sigue espiando las conversaciones telefónicas, sin mandato judicial, y que las autoridades eran conscientes de un desenlace fatal en la vida del disidente preso.
Creo, sinceramente, que el régimen castrista muestra signos más que evidentes de preocupación y alarma por los acontecimientos. Raúl Castro es incapaz de arrastrar la simpatía internacional que tenía su hermano, dedicado a reflexionar sobre cuestiones estratégicas desde el foro de Cubadebate y lanzando afirmaciones inverosímiles sobre que en “Cuba nunca se ha torturado a nadie”. Los acontecimientos les sobrepasan.
No es capaz de organizar con éxito una sola política, y la torpe reacción mediática en La Habana puede venir motivada por ruidos de sables o de pistolas que, una vez más, vuelven a poner encima de la mesa, la finalización del castrismo de una forma violenta, sin duda una de las peores salidas para el régimen. Pero la realidad es que el temor a una reacción violenta por determinados sectores del ejército, la seguridad del estado o la alta burocracia política contra los dos ancianos hermanos y su corte de poder gerontocrático, parece más real que nunca.
No en vano, el régimen ni se mueve. Conforme más presos políticos y disidentes anuncian nuevas huelgas de hambre, en la Habana nadie dice nada. La tentación por ocultar la grave situación política del país, y los riesgos de desestabilización del régimen, puede ser inútil. Muchos periodistas andan sueltos por la Isla con ganas de informar sobre los acontecimientos. Los rumores corren de boca en oído. La gente quiere saber. En los círculos de poder, dentro de las casas, en cualquier parte, la pregunta que se hacen muchos cubanos sigue siendo la misma: ¿por qué? ¿por qué?
Todo está apuntando a un fin de ciclo político en Cuba en el que la situación económica puede poner la puntilla definitiva si el plan de devolución de deuda anunciado no da un respiro al gobierno y a sus escasas finanzas. Algunos destacados disidentes confirman esta situación. ``Están preocupados. Todo se produce en un momento de grave crisis nacional (...) Están obligados a responder y buscar la justificación del enemigo externo'', dijo Oscar Espinosa, uno de los 75 disidentes condenados en el 2003, actualmente excarcelado por motivos de salud.
A nadie se le oculta que, de vez en cuando, a lo largo del último medio siglo, el castrismo se ha situado al borde del abismo, muy cerca de su desaparición violenta. Asistimos, en el momento actual, a una auténtica revolución de los disidentes y presos políticos contra el poder omnímodo de los Castro. Literalmente, han perdido el respeto y el miedo al poder encarnizado y violento del régimen. Se han abierto fisuras que va a ser muy difícil suturar con parches en un momento de grave crisis financiera y progresivo aislamiento internacional. Es por ello necesario que la Unión Europea no cambie la Posición Común y mantenga la presión sobre el régimen al nivel actual. Es más que suficiente. Si la sociedad cubana reacciona y decide poner fin al “statu quo” imperante, es posible que el proceso de transición esté más cerca de lo que imaginamos.

martes, 2 de marzo de 2010

Zapatero, Moratinos y la Posición común: qué es lo que queda de todo eso

Me había propuesto hoy dedicar este espacio a las declaraciones del "actor" español Willy Toledo, destacado miembro del grupo de la "ceja" así definido por haber realizado, en su día, un gesto con el dedo alrededor del ojo, simulando las cejas del presidente Zapatero que, según dicen los expertos en imagen, es uno de los rasgos físicos que más atraen a la gente.
Sin embargo, se me antoja que dedicar un tramo de mi escaso tiempo a valorar lo que es absolutamente impresentable, es improductivo. Además, algunos miembros de ese "grupo de la ceja", donde la madre del reconocido actor Javier Bardem se sitúa en primera línea, ya se han apresurado a descalificar a Toledo, que como era de esperar, se ha quedado más sólo que la una en sus ataques a Zapata, a los disidentes y el exilio cubano.
Debería haber tenido un poco más de inteligencia y callarse lo que piensa. La democracia admite todo tipo de opiniones, pero justificar lo injustificable, raya en lo obsceno, y lo que es impresentable. Toledo ha pasado sin querer a la historia, sus declaraciones han sentado muy mal a mucha gente, y no creo que le vayan a recompensar en su futura trayectoria de actor subvencionado.
Por eso, ni una palabra más. Hoy mi reflexión va a ir por otro camino.
Si, he estado pensando todo el día en la enorme frustración que para Zapatero tiene que ser ver que su presidencia de la Unión Europea se está yendo al garete. No le sale ni una buena. Hoy mismo, sin ir más lejos, el paro registrado ha vuelto a colocar a España a la cabeza de la Unión Europea como uno de los países con más volumen de personas en situación de desempleo, y lo peor es que el futuro pinta muy mal.
Pero si el presidente Zapatero parece insensible al recuento de desempleo, porque cree que la traslación del famoso PER andaluz a la política nacional es más que suficiente para acallar las protestas sociales, creo que siempre recordará como una amarga experiencia la tarde del día 23 de febrero pasado, cuando en plena reunión sobre derechos humanos en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, un asistente le informaba de la muerte de Orlando Zapata.
Si, de ese modo, Cuba, el gran objetivo de la política de Moratinos para el semestre de presidencia europea, entraba de lleno en los planes de Zapatero, pero de una forma inesperada y difícil. La primera reacción fue muy débil, lamentar y poco más. Una estrategema para ver cómo evolucionaban los acontecimientos.
Pocas horas mas tarde, cuando la opinión pública mundial atacaba con dureza a la dictadura castrista, Zapatero se veía obligado a desandar lo recorrido, y comparecía para sumarse a las críticas al régimen. Desde su poltrona en Exteriores, Moratinos veía con tristeza como su intención de cambiar la Posición Común, posiblemente el último reducto de la política diplomática de Aznar que se mantiene, quedaba en suspenso ante la actitud de los socios europeos, realmente indignados con el régimen tiránico de los Castro.
Si, la historia es conocida después. Ahi tenemos a Zapatero viajando por Europa para apoyar su presidencia, pero desde que Obama le dejó sin la convención conjunta Estados Unidos- Europa que Leyre Pajín había anunciado como la gran operación estelar de principios de 2010, nada es igual. Lamentablemente, el gobierno democrático español no ha actuado como debería en el asunto Zapata y seguro que una acción más decidida y reivindicativa habría sido suficiente. Pero en estas estamos, y Moratinos a verlas pasar. De todo lo sucedido, me alegro del archivo de la Posición común. Los cubanos saldrán ganando.

lunes, 1 de marzo de 2010

La construcción del futuro democrático en Cuba

Interesante artículo de José Azel en El Herald ayer domingo "La Cuba poscastrista tendrá que reconstruir su identidad nacional". En líneas generales, puedo estar de acuerdo con el autor. Asumiendo que el futuro para Cuba se basa en la democracia y las libertades, su afirmación "la democracia requiere un modelo de relación entre el estado y los ciudadanos que es radicalmente diferente del modelo de relación de un estado marxista-leninista y el pueblo. Como consecuencia el comunismo cubano no puede ser reformado para lograr una verdadera transición democrática, con resultados aceptables", merece una cierta reflexión.
Todos los procesos de transición que se han producido en Europa del Este desde el derrumbe del muro de Berlín se han consolidado, en mayor o menor medida, a partir de las estructuras políticas y sociales preexistentes, que se han ido adaptando a un nuevo escenario democrático.
Conviene recordar que en estos países, el sistema comunista había organizado las sociedades con un modelo institucional muy similar al cubano, en el que los elementos de ausencia de propiedad privada, dirigismo central de la economía, mecanismos de delación y pertenencia a partido único, configuraban sistemas de corte estalinista que guardan una estrecha relación con el castrismo.
La experiencia histórica de los últimos 20 años confirma que poco, o casi nada, sobrevive en estos países a aquella etapa denominada "guerra fría", y los modelos y experiencias de transición, aún cuando marcan notables diferencias de unos a otros, conducen a bases sociales y políticas que en nada recuerdan al pasado.
Esto quiere decir que la transición a la democracia desde el comunismo es posible. No hay nada que lo impida, cuando la voluntad social es avanzar y cambiar. Por ello, cualquier planteamiento revolucionario y de cambio estructural radical puede contribuir a crear en amplios sectores de la población temores, dudas e incertidumbre hacia los nuevos actores políticos del cambio.
Por supuesto que el diálogo resulta fundamental para poner en marcha las transformaciones democráticas, pero la puesta en marcha de instituciones de diálogo y participación social plural no ha sido tampoco una quimera en estos países. Y pienso que en Cuba tampoco lo será. Sorprende cómo en la república Checa, Hungría o Polonia, el acervo comunitario en materia de diálogo y concertación social ha sido de muy fácil aplicación y en un tiempo muy breve, lo que ha facilitado la llegada masiva de fondos estructurales para la recuperación y reorganización de sus economías.
La transición a la democracia en Cuba será posible en la medida que el escenario final a alcanzar resulte de una visión compartida y de un diálogo de base amplia, en el que nadie, absolutamente nadie, pueda ser excluido. Es cierto que en el momento actual no se puede pensar en la puesta en marcha de este proceso. Es evidente que los comunistas castristas lo instrumentarían y utilizarían a su antojo. Pero igualmente, la debilidad de las organizaciones de disidentes y opositores que luchan por la democracia y la libertad es otro obstáculo para la consolidación de este modelo.
Hay que enterrar las visiones negativas que se puedan tener de unos y otros. Incluso en momentos como el que vivimos actualmente, en el que un crimen de estado clama venganza y cinco presos políticos y disidentes se vuelven a poner en huelga de hambre contra un sistema opresivo. Es ahora cuando hay que empezar a soñar con ese futuro, y a pensar que el castrismo, con todo su aparato político, militar y policial, representa el pasado, y que su desaparición con la muerte física del dictador, será una realidad.