Los motivos de este Blog

La situación política y social en Cuba a partir del 23 de febrero de 2010 marca un antes y un después.
Un gobierno no pueder dejar que un ciudadano muera por inanición y malos tratos en prisión.
La muerte de Orlando Zapata Tamayo ha dejado al régimen castrista sin justificación alguna para perpetuarse en el poder, ha roto el entramado de cambios en las relaciones internacionales (como la Posición Común) y muestra que los viejos revolucionarios van a morir matando.
Cualquier aportación para conseguir que Cuba no se convierta en un baño de sangre, será fundamental.
Yo apuesto por una transición pacífica a la democracia y la economía libre. A ello dedicaré estas reflexiones.

jueves, 4 de marzo de 2010

Los cubanos valientes

Ha sido la estela que deja la muerte de Orlando Zapata. Ha sido la consecuencia de tanta miseria y represión. Ha sido el estímulo de una solidaridad internacional sin precedentes. El caso es que más de diez cubanos, cinco en la Isla, otros tantos fuera de ella, se han lanzado a un reto directo al gobierno castrista para conseguir la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en Cuba.
Frente a esos cubanos valientes, la triste y lamentable posición del ministro socialista español Moratinos, que dice preocuparse por la situación de uno de ellos, Guillermo Fariñas, pero que no piensa hacer lo que, más tarde y de forma obligatoria, no le quedará más remedio: una ruptura de relaciones diplomáticas, un punto de inflexión con la dictadura comunista. Tiempo habrá de comprobar cómo el asunto con Venezuela va a ir a peor, y entonces, todo, absolutamente todo, se mezclará en una combinación de consecuencias nefastas para la actual política exterior española.
Cubanos valientes. Si. Cubanos que han decidido decir basta y que ponen en peligro sus vidas para mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Es cierto que la censura oficial que se practica en Cuba por el partido único impedirá que los habitantes de la Isla conozcan de la gesta de estos valientes, pero en el mundo de la internet y de las comunicaciones, como ya sostuve hace algún tiempo, Fidel Castro no podrá ganar la batalla definitiva. No tarderemos mucho tiempo en descubrir que los cimientos del régimen se derrumban como un terrón de azúcar en café. Ya lo están haciendo, y es gracias a esos cubanos valientes, a los que vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo, estímulo y apoyo.
Que no pongan en peligro sus vidas. Que eviten el peor de todos los males, ese que trae consecuencias terribles para familias y seres queridos. Pero que luchen con valentía contra la opresión, el dislate y la palabrería. Con su actitud, firme y ética, están dejando al régimen aislado a nivel internacional, solo apoyado puntualmente por los willys de turno que no saben lo que dicen.
Valientes cubanos. Su obra ejemplar no pasará a la historia sin más.

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