Los motivos de este Blog

La situación política y social en Cuba a partir del 23 de febrero de 2010 marca un antes y un después.
Un gobierno no pueder dejar que un ciudadano muera por inanición y malos tratos en prisión.
La muerte de Orlando Zapata Tamayo ha dejado al régimen castrista sin justificación alguna para perpetuarse en el poder, ha roto el entramado de cambios en las relaciones internacionales (como la Posición Común) y muestra que los viejos revolucionarios van a morir matando.
Cualquier aportación para conseguir que Cuba no se convierta en un baño de sangre, será fundamental.
Yo apuesto por una transición pacífica a la democracia y la economía libre. A ello dedicaré estas reflexiones.

martes, 4 de mayo de 2010

Continúa el baile de cargos en el régimen castrista

Una escueta Nota Oficial en Granma nos devuelve a los viejos tiempos del “estalinismo”, que no parecen haber desaparecido en la Isla, por obra y gracia de las autoridades que la gobiernan. La redacción de la Nota no tiene desperdicio.
De un plumazo son eliminados de sus cargos un vicepresidente del consejo de ministros y un ministro, con la referencia castrista de “liberar de sus responsabilidades” que es la forma que tienen en ese régimen de cesar fulminantemente a los que ocupan cargos políticos.
El vicepresidente destituido es Jorge Luis Sierra Cruz, que también actuaba como responsable del ministerio de transportes.
El ministro que pierde su cargo es el que ocupa el ministerio del Azúcar, Luis Manuel Ávila González.
Esta vez, a diferencia de otras ocasiones, la Nota da explicaciones concretas de los motivos de los ceses fulminantes.
El primero, “por errores cometidos en el desempeño de sus funciones”. El segundo, textualmente dice la Nota, “solicitó su liberación al reconocer las deficiencias de su trabajo que le fueron señaladas”.
Errores cometidos y deficiencias en el trabajo. Me cuesta creer que estas dos sean razones de suficiente peso para ser “liberados” de funciones políticas en un régimen que, de forma sistemática, no hace otra cosa que cometer errores, uno detrás de otro, durante más de medio siglo; y que se empeña, de manera sistemática, en mantener niveles de ejecución y desempeño plenamente dominados por las deficiencias en el trabajo.
Es decir, que algo no va bien. Cuando se cesa de manera fulminante a dos peones por “errores y deficiencias”, tal vez lo que debería hacer el conjunto de la administración política y burocrática del castrismo es lo mismo, y apostar por equipos nuevos, con ideas también nuevas y de vanguardia que le den a Cuba el oxígeno que necesita para continuar avanzando.
Los ceses, evidentemente, han ido acompañados de nombramientos. Y así, una vez más, es posible reconstruir por dónde se mueven los hilos del poder en la situación actual de la Isla. Un equilibrio cada vez más precario entre la gerontocracia que se resiste a perder su control del país, y una generación de edad intermedia que no es capaz de cambiar el curso de los acontecimientos, porque carece de capacidad para hacerlo.
En ese sentido, al vicepresidente, le sustituye en sus funciones, un “fuerte fuerte” de toda la vida. La Nota dice textualmente, “el compañero Antonio Enrique Lusson miembro del Comité Central del Partido, quien acumula una extensa hoja de servicios a la Revolución, desde la lucha insurreccional en la que alcanzó los grados de Comandante del Ejército Rebelde hasta general de división en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con vasta experiencia en la esfera del transporte. Actualmente dirige la rehabilitación del sistema ferroviario del país”.
Además, el cambio desgaja las competencias de vicepresidente del gobierno, del ministerio de transportes, y aumenta el número de dirigentes con la designación de un ministro ad hoc para este puesto. La Nota dice textualmente, “el compañero César Ignacio Arocha Masid, quien por más de tres años se desempeña como Director General de la Empresa de Transporte de Alimentos a Granel del propio organismo. El compañero Arocha Masid, de 51 años de edad, es graduado de las escuelas militares Camilo Cienfuegos y de ingeniero en vías férreas en la antigua Unión Soviética, así como en dos cursos de nivel superior en la Academia de las FAR "General Máximo Gómez", con una trayectoria ascendente dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, desempeñándose en diversos cargos de la cadena de mando como jefe de unidades de transportaciones militares y de la Logística”. Un cuadro del ejército, con experiencia de economía cuartelera, para dirigir los pésimos transportes del país, un sector fundamental para mejorar la situación de los abastecimientos y fomentar el desarrollo de un mercado potente capaz de alimentar a toda la población.
En cuanto al ministerio del Azúcar, la designación ha recaído en “Orlando Celso García Ramírez, actual viceministro primero de este organismo. El compañero García Ramírez, de 53 años de edad, ingeniero químico, ha estado vinculado al sector azucarero por más de 30 años, transitando por diferentes cargos técnicos y de dirección, a nivel de central azucarero, delegación provincial y viceministro, hasta el cargo actual”. En este caso, se recurre a un cargo también técnico, al que poco trabajo le suponemos, sobre todo teniendo en cuenta la devastación producida por Fidel Castro en el sector azucarero en 2002 al decidir, personalmente, el cierre de los ingenios y el abandono de la industria.
La pregunta entonces es, ¿será responsable Raúl Castro de estos cambios, o habrá que empezar a pensar en que Ramiro Valdés es quién realmente controla el país?

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