Los motivos de este Blog

La situación política y social en Cuba a partir del 23 de febrero de 2010 marca un antes y un después.
Un gobierno no pueder dejar que un ciudadano muera por inanición y malos tratos en prisión.
La muerte de Orlando Zapata Tamayo ha dejado al régimen castrista sin justificación alguna para perpetuarse en el poder, ha roto el entramado de cambios en las relaciones internacionales (como la Posición Común) y muestra que los viejos revolucionarios van a morir matando.
Cualquier aportación para conseguir que Cuba no se convierta en un baño de sangre, será fundamental.
Yo apuesto por una transición pacífica a la democracia y la economía libre. A ello dedicaré estas reflexiones.

domingo, 12 de septiembre de 2010

La Unión Europea dice no a los Castro

Una de las noticias recientes que me ha producido una mayor satisfacción personal ha sido el anuncio de la Unión Europea el pasado sábado al dejar en el aire la revisión de la Posición Común con Cuba prevista para octubre.
Una decisión acertada que, después de haber sido aplazada dos veces, vuelve de nuevo a caerse de la agenda política de los 27 con el argumento de que el debate sobre la vigencia del documento que establece las relaciones con la el régimen castrista requiere un ``gran trabajo preparatorio''.
Quiénes están acostumbrados a desentrañar el significado de los mensajes de la Unión Europea, saben que ese “gran trabajo preparatorio” que está frenando la modificación de la Posición común con el castrismo significa que no hay alternativa mejor, o simplemente que el asunto es de poco interés para su inclusión en la agenda política.
Sin embargo, prefiero creer que las cosas cada vez están más claras y, desde la Unión Europea, se le envía al régimen comunista un mensaje firme y de alto contenido ético: no estamos por el chantaje ni el chalaneo. La Unión de naciones democráticas más relevante del mundo no va a aceptar el pulso de fuerza de los hermanos Castro, dispuestos a ir soltando presos a cuenta gotas para tratar de dar una imagen renovada a nivel internacional. El parón al proceso tiene mucho que ver con ese intercambio de presos por favores políticos, que tiene muy mala prensa en los distintos gobiernos de la Unión.
Al mismo tiempo, a la diplomacia española encabezada por el ministro Moratinos, se le da una lección sobre cómo hay que hacer las cosas con los dictadores vulgares. La Unión Europea sitúa así al régimen castrista al mismo nivel que otros sistemas políticos a los que se les ha dado un tratamiento similar, como la Suráfrica racista o las dictaduras del cono sur. Con la democracia, los derechos humanos y la ética, no se juega. Para la Unión Europea son valores que deben estar por encima de cualquier interés cortoplacista. Es posible que Moratinos haya comprendido la lección.
Desplazando la revisión de la Posición Común de la agenda de octubre, la Unión Europea traslada a un incierto futuro la pretensión de Moratinos, cada vez más sólo en su empeño de cambiar el statu quo europeo con el régimen castrista. Todo el esfuerzo realizado por el PSOE se viene abajo, incluida la visita de Leire Pajín y Elena Valenciano a La Habana, y cualquier tipo de promesa que se haya formulado en la mesa de negociación. La Unión Europea afirma tajantemente que la revisión de la Posición Común, si se produce, tendrá lugar cuando los ``ministros estén en condiciones para debatir'' y sobre Cuba ``siempre hay un gran trabajo preparatorio''.
Esto viene a confirmar que los rumores que se habían desatado en las últimas semanas sobre un eventual apoyo de la coordinadora europea de ONGs, a la revisión de la Posición Común, son solo eso, rumores. Por el contrario, considero que la acción diplomática desplegada en los últimos días por varios ex prisioneros cubanos en distintos países de la Unión Europea, como Suecia, Noruega, Alemania, República Checa, está dando sus frutos.
La presencia de estos cubanos valientes, con un mensaje de paz y reconciliación, de fuerte contenido democrático, y con la vista puesta en la situación precaria de los que aún se encuentran en las cárceles comunistas de la Isla, ha servido para mover la conciencia de un buen número de dirigentes de la Unión Europea que empiezan a tener dudas sobre la conveniencia de tender una mano a los Castro. Además, la recuperación de Fidel Castro como personaje de vanguardia mitinera en la Isla, y sus continuas declaraciones, vienen a confirmar que la aparición de un nuevo poder en el régimen, no sólo va a reforzar el contenido ideológico de lo que queda de la denominada “revolución”, sino que es posible que algunas de las cosas que se han estado haciendo, simplemente se abandonen.
En clave interna española, lo mejor de todo esto es que la diplomacia del gobierno de Zapatero ha recibido una bofetada de la Unión, con lo que eso puede significar de desconfianza, un aspecto ciertamente negativo en las relaciones internacionales. Conviene recordar que, a petición del gobierno español, la Unión ya postergó en junio la revisión anual de la Posición Común, accediendo a dar una oportunidad al diálogo emprendido entonces entre La Habana y la Iglesia católica y que desembocó en julio en un proceso de liberación de 52 presos políticos cubanos. La falta de unanimidad para derogar el documento vigente desde la época de los gobiernos de Aznar, fue la razón de ese aplazamiento. Sería lamentable que este nuevo escenario supusiera el cierre del proceso de liberación de presos políticos en la Isla y su posterior acogimiento en España, una solución humana para personas inocentes cuya única responsabilidad hacia el régimen castrista ha sido defender para Cuba un modelo político como el español.
Por eso, creo que Moratinos, artífice de la nueva estrategia debe mantener la presión sobre los Castro para que continúe el proceso de liberación por razones humanitarias, y que acepte la voluntad europea de no vincular ese proceso con cualquier cambio de la Posición Común por un acuerdo bilateral de cooperación mutua con el régimen castrista. La iniciativa volverá a tropezar con la posición de algunos países europeos como República Checa y Polonia, antiguas repúblicas comunistas, que se mostrarán reticentes.
Lo mejor de todo, es que Interrogada la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton sobre el estado de las conversaciones en el seno de la Unión, se limitó a destacar ``la necesidad de avanzar'' en el asunto, felicitando a Moratinos por ``su excelente trabajo'' apoyando el diálogo entre la Iglesia y La Habana, y nada más.

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